Soy Juan Pablo dos Santos, hijo de Dios, Shalom, postulante del primer año de la comunidad Alianza, casado. Estoy en la misión shalom Asunción, tengo 35 años de edad. De profesión soy ingeniero agrónomo docente e investigador en la universidad.
Mi vivencia con la comunión de bienes es una experiencia de profunda pobreza en el sentido de depender de Dios totalmente y vivir por la fe, por eso creo que es una experiencia para todo aquel que desea realmente vivir el Evangelio en toda su radicalidad, porque el evangelio propone la vivencia de la pobreza, castidad y obediencia, y la pobreza consiste en depender completamente de Dios. Por eso cada vez que tengo que dar mi comunión de bienes experimento una muerte de mi carne que da vida a mi espíritu y aumenta mi fe. Puedo testimoniar que la Providencia de Dios no se hace faltar no sólo en lo material sino en lo espiritual también y en todas las áreas de mi vida.
La plenitud, la felicidad que experimento no tienen precio, estoy seguro de que si tal vez no hiciese la comunión de bienes tendría más preocupaciones. Pero hoy puedo decir que cada vez más vivo por la fe y puedo abrirme cada vez más a la propuesta de vida que el evangelio tiene: la santidad. Por eso le doy gracias a la Comunidad, a Dios que me regaló mi vocación que me permite poder vivir esta experiencia de despojamiento de libertad y de alegría como nunca y en ningún otro lugar podía haberlo vivido y sobre todo ver también los frutos de mi comunión de bienes colaborando, cooperando con el anuncio del Evangelio en el mundo entero es muy reconfortante y es una gran alegría y creo que es algo que cualquier persona querría vivir, experimentar en su vida.