Testimonio

“Un amor así de grande nunca lo había sentido”

comshalom

Cuando partí para el Acamps ignoraba lo que fuese realmente la Comunidad Shalom y el Acamps, pero cuando llegué al centro de evangelización HungaRio me sentí inmediatamente a casa; me sorprendió la belleza de la sonrisa de los misioneros que allí conocí.

Lo que me llevó a partir fue el deseo de participar y experimentar la fe en un modo diverso. Siempre he creído en Dios, sin embargo desde mucho tiempo no me sentía atraída por las actividades espirituales de mi parroquia. Estaba desilusionada, desmotivada, por lo que iba a misa sólo los días de las “Fiestas Obligatorias”.

Por otro lado, siempre pensé que tenía que haber otro camino, una ruta nueva de fe que me ayudase a abrazar también la vida espiritual. Fue durante la breve, pero intensa, estadía en Budapest que lo encontré. Conocí tanta gente que, como yo, no había tenido una experiencia muy positiva en la iglesia; por lo que pensé: “entonces no soy yo quien está equivocada; parece que esto lo sienten también otros, incluso los misioneros”.

Ya en el Acamps, el primer día me hizo entrar en la nueva óptica del mensaje de Dios. El segundo comencé a ver todo en un modo diverso. Por primera vez lloré durante un momento de oración. No entendía ni siquiera el motivo, únicamente sentí una fuerza que en mí crecía; una fuerza que quien saber por cuanto tiempo la tuve allí escondida, sin saberlo. Me sentí como “invadida” por el Espírito Santo. Esta ‘energía positiva’ la sentí que continuaba a moverse en los días siguientes; y aun hoy me invade mientras escribo este testimonio.

Finalmente entendí que es el Amor de Dios, que es la Fe, que quiere decir rezar. Desde aquella oración, y hasta hoy, continuo a llorar, porque un amor así no lo había conocido nunca; porque nunca nadie había rezado por mí en la lengua de los ángeles mientras por mis mejillas corrían ríos de lágrimas de alegría que lavaban mis cicatrices espirituales.

Bastaba sólo abrir el corazón a Dios…

Así de palabra parece fácil, pero en la sociedad en la que vivimos, siempre más individualista, siempre más llena de ídolos y mitos no es sencillo ser abiertos, ser creyentes. Es más cómodo pensar sólo a sí mismo y no preguntarse sobre la vida y sobre el mañana, acerca de la vida que estamos viviendo.

Hoy agradezco inmensamente, y lo seguiré haciendo, a aquellos que me acompañaron en esta experiencia, los que se dieron cuenta antes que yo de cuanto lo necesitaba.

Me recordaré siempre el último día del Acamps cuando un misionero, con esa sonrisa que te invade el alma se acercó y preguntó: ¿Quién está feliz? Y todos levantamos la mano. Fue una experiencia única y riquísima, que me ha llenado de esperanza y amor. Espero de poder participar de más experiencias así, que me ayuden a mantener el corazón siempre abierto en las cosas que hago, para hacer crecer aún más el amor que siento por Dios.

Giulia Rosita – Italia
Traducción: Manuel Quezada

 

Acamps Summer Festival

Del 07 al 11 de agosto del 2019

instagram.com/acamps.summer.festival

facebook.com/ShalomSummerFestival


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