Un encuentro de hecho internacional. Es la seguridad que tenemos al ver los jóvenes que están en el Congreso de Jóvenes Shalom (CJS), contemplando las banderas, pancartas, camisetas y las lenguas variadas que expresan esta diversidad de pueblos, culturas y razas.
Para Daiana Polomo, de Argentina, la razón de estar en el Congreso, viniendo de tan lejos, es conocer el pueblo Shalom y estar “llenos del carisma”, de la prédica de Moysés, del carisma Shalom, de aquello que es el cerne de la vocación. “Aunque tenemos a la Comunidad allá, necesitamos recibir la esencia del carisma, para madurar en ella y llevarlo para todas las personas que no conocen a Jesús. Si estamos llenos del carisma Shalom, la única cosa que vamos a conseguir es transbordar, este es el deseo más profundo de mi corazón y de todos los jóvenes”.
Mellanie Tavares, oriunda de Cabo Verde, habla sobre la emoción de estar en el CJS junto con jóvenes de otros países. “No se describe, se siente. Es algo que hace renovar mi fe al ver otros jóvenes buscando lo que yo quiero, entónces siento más placer de buscar a Dios, es estar más cerca de él. Si Dios me envió para participar en este congreso es porque es una gracia, en el yo quiero renovar mi fe y responder sí al llamado de Dios”.
El carisma Shalom, nacido en Brasil, ha llegado a muchos lugares del mundo, alcanzó a María de Jesús que viaja cerca de dos horas para ir a Santiago, Chile, para participar de las actividades de la Comunidad y afirmo ser una experiencia “muy enriquecedor sentir como es la comunidad realmente en Brasil, muy diferente de Chile, en todos los sentidos”. Ya para la argentina Daiana, esto es un misterio de Dios que “no puede pasar por la mente y sólo puede pasar por el corazón, la idea de un carisma de un año de fundación, del cual ya vivenciamos del amor de Dios en el carisma”.
Matheus Araújo