La Arquidiócesis de Fortaleza ordenó 15 nuevos diáconos para la Iglesia. Tras un período de aproximadamente nueve años de preparación, los seminaristas dieron un paso más en el sacramento del Orden. La ceremonia tuvo lugar en la Catedral Metropolitana de Fortaleza y fue presidida por el Arzobispo José Antonio Tosi Marques.
Entre los 15 nuevos diáconos, 4 son miembros de la Comunidad Católica Shalom: Francisco Tiago, Evandro Meneses, Francisco Wyradan y Vitor Aragão.
Estuvieron presentes en la ordenación diaconal, el fundador de la Comunidad Católica Shalom, Moysés Azevedo, y la cofundadora, Maria Emmir Nogueira, además de hermanos de la Comunidad de Vida y de la Comunidad de Alianza y familiares de los nuevos diáconos al servicio de la Iglesia en la Comunidad Shalom.
Los nuevos diáconos de la Comunidad Católica Shalom
Vitor Aragão cuenta que en 2008 participó por primera vez en una ordenación sacerdotal: “Fue la ordenación del padre Denys Lima y allí sentí con fuerza la llamada a una ofrenda total como sacerdote. Una compasión por la gente que sufre como ‘ovejas sin pastor’ (Mt 9,36)”.
Francisco Tiago nació en Fortaleza, pero hoy vive en misión en Roma, sirviendo a la Comunidad como asistente internacional. Tiago conoció la Comunidad Shalom cuando tenía 18 años, tras recibir una invitación a un retiro para jóvenes de fin de semana.
Evandro Meneses ha vivido como misionero en Aparecida en el estado de São Paulo, en Pacajus y Juazeiro do Norte en el estado de Ceará, y se graduó en Teología en Lugano, Suiza (2016-2020), en la Facultad de Teología de Lugano.
Francisco Wyaradan era capitán de la policía militar cuando en 2001 participó en el Renacer, el retiro de carnaval de la Comunidad, y comenzó a recorrer su camino de descubrimiento vocacional.
El ministro es un servidor
En su homilía, Mons. José Antonio Tosi Marques destacó la misión del diácono desde las primeras instituciones, en la Iglesia primitiva: el servicio a los más necesitados y a la Palabra, dando testimonio con su vida de lo que dice el Evangelio.
“El que quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. (Mc 9,35) “El que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero entre ustedes, que sea el servidor de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos”. (Mc 10,43-45).
“Ser diácono es una configuración espiritual a Jesús que es servidor de todos y que desea permanecer presente en su familia, que es la Iglesia. Su cuerpo que se extiende en la sociedad, su cuerpo místico que camina en la historia, crece en la historia, un cuerpo del que Él es la cabeza y del que nosotros somos sus miembros vivos. El amor es el cemento que une todas estas piedras vivas para que seamos morada de Dios.
Que el Espíritu Santo los anime y los llene de amor en todo lo que vayan a realizar, y que no sea en beneficio de ustedes mismos. No es para promoverse a sí mismos, sino para ser servidores de un solo Cuerpo, que se promueve todo por el amor que Dios ha derramado en nosotros, pagado por Jesús, que vino a nuestro encuentro.”