La Comunidad Católica Shalom es una Asociación Privada de Fieles, con personalidad jurídica, reconocida por la Santa Sede bajo decreto del día 22 de febrero de 2007, junto al entonces Pontificio Consejo para los Laicos (cujas competencia y funciones son actualmente asumidas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida). En la misma fecha, en el 2012, sus estatutos tuvieron una aprobación definitiva.

Presente en decenas de países del mundo, la Comunidad Católica Shalom está formada por hombres y mujeres que, en la diversidad de las formas de vida presentes en la Iglesia, participan de una vida comunitaria y misionera con la finalidad de llevar el Evangelio de Jesucristo a todos los hombres y mujeres, especialmente aquellos distantes de Cristo y de la Iglesia.

En cada tiempo, el Espíritu Santo le concede a la Iglesia gracias necesarias para que ella responda a los desafíos contemporáneos. Carisma es uno de esos dones divinos derramados sobre la Iglesia para renovarla y actualizar la vivencia del Evangelio. Así, fue manifestado al mundo el Carisma Shalom, que floreció en el corazón de Moysés Azevedo durante el encuentro con el Papa Juan Pablo II, en 1980. Dios llamó personas para asumir esa gracia en sus vidas, dándoles una vocación específica: Shalom.

Nacida en medio de los jóvenes, la Obra Shalom tuvo inicio a partir de una atrevida inspiración: crear un vínculo que hablara el lenguaje de los jóvenes, para establecer un puente entre ellos y una experiencia personal con Jesucristo y su Iglesia. Así fue como nació la “Cafetería del Señor”, el día 9 de julio de 1982, en Fortaleza (Brasil). Un lugar atractivo donde los jóvenes tenían la oportunidad de experimentar momentos de oración, fraternidad y misión, creciendo así en su camino de fé. Hoje, para llevar la experiencia de Jesucristo a muchos otros, en medio de la diversidad de los pueblos, de las culturas y los diversos contextos de la sociedad, Shalom realiza acciones evangelizadoras diversas y multiformes en medio de los jóvenes, las familias, los niños, los más pobres y necesitados, los profesionales de distintas áreas, en los medios de comunicación, en el mundo de las artes, de la ciencia, de la cultura y de la promoción humana, a través de obras de misericordia que tocan los sufrimientos por los que las personas atraviesan.

La vivencia de la Vocación Shalom dentro de la Comunidad se fundamenta en la experiencia con Jesucristo, el Resucitado que pasó por la Cruz, narrada en el Evangelio de Juan.

Al encontrar a los discípulos en el Cenáculo, Jesús Resucitado les dijo: La paz con vosotros (Jn. 20,19), o sea, ¡Shalom! En Jesús, este saludo es una comunicación real de la Paz, es decir, de todo tipo de bendiciones espirituales y materiales, la felicidad perfecta que el Mesías nos trae. Es, al final, el anuncio y la donación de la salvación plena (Preámbulo de los Estatutos).

Jesús es el Shalom de Dios Padre para el mundo, la verdadera y única Paz que la humanidad puede tener. Como los discípulos de Cristo fueron enviados por Él, en aquella ocasión, para implantar la Paz en el corazón de los hombres, los vocacionados son llamados a anunciarla con la vida y el testimonio. “Ser Shalom” significa, a través del poder del Espíritu Santo, ser discípulo y ministro de la Paz y llevar al propio Cristo a quien espera por Él.

A los que fueron llamados a corresponder a la Vocación, Dios concede el Camino de la contemplación, Unidad y Evangelización.

De la contemplación del Resucitado, que sopla sobre los discípulos, brota la fuerza de la Evangelización. Inspirada de esta manera, la Comunidad emprende esfuerzos para anunciar el mismo y único Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo con eficacia, atrevimiento y creatividad. Para vivir la vocación aun es necesario profundizar en el espíritu de la caridad, según los moldes de las primeras comunidades cristianas, reflejando la Unidad de la comunión amorosa del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Saiba mais sobre :

Si tú quieres recorrer un camino de discernimiento vocacional en la Comunidad Shalom, busca participar en un grupo vocacional en la misión Shalom más cercana de tu ciudad, o entra en contacto con la Asamblea Vocacional para hacer el “camino vocacional a distancia”, enviando un correo a vocations@comshalom.org.

El Camino Vocacional tiene una duración mínima de un año, iniciando con el Encuentro Vocacional Abierto (en marzo o abril de cada año). Cada vocacionado es asistido y orientado por un Acompañador Vocacional (director espiritual) para que, en la escucha de la voluntad del Señor, él pueda discernir sobre el llamado a la vocación Shalom o a otra vocación en la Iglesia, sobre el tiempo de madurez necesario para dar el paso concreto, en dirección al ingreso al postulantado de la comunidad de vida o de alianza.