A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco ha dejado algunas huellas de renovación en la Iglesia católica, entre ellas el redescubrimiento de la experiencia eclesial de la sinodalidad, que para él debería ser el “modus vivendi et operandi” de la Iglesia. Fue incluso el tema del Sínodo de los Obispos de 2023 y también del Encuentro Anual de Moderadores de Asociaciones de Fieles, Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades, que tuvo lugar el jueves 13.
Moysés Louro de Azevedo Filho, fundador y moderador general de la Comunidad Shalom, acompañado por los sacerdotes Padre Saulo Dantas, Asistente de la Comunidad y Padre Tiago Barroso, Asistente Internacional.
En una entrevista concedida a comshalom.org, Moysés mencionó tres formas en que la Comunidad Shalom puede contribuir al camino de la Iglesia hacia la sinodalidad:
- Nuestro carisma es un carisma de contemplación, así que una de las cosas que creo que es muy importante como contribución que nosotros, como Comunidad, como Iglesia, podemos reforzar, subrayar, es que todo el camino sinodal es un camino de escucha. En primer lugar, de escucha de Dios, del pensamiento de Dios, del corazón de Dios. Y por esta razón, debemos poner la oración en primer lugar, porque la oración es capaz de romper todos nuestros esquemas. La oración es capaz de hacernos ver lo que no podemos ver de forma natural. Y la oración también es capaz de abrirnos a los demás, de escuchar la voz de Dios en los demás. Así que la fuente de un viaje sinodal es la oración.
- Lo segundo es la unidad, porque, al fin y al cabo, escuchar a nuestros hermanos y hermanas es todo un camino de unidad. Dentro de la comunidad tenemos una experiencia en la que las distintas dimensiones de la comunidad tienen órganos de escucha. La comunidad, en su servicio de autoridad, es colegial. En su camino, la comunidad acompaña a todos. Todas estas son fuentes de escucha. Todas estas son experiencias de escucha.
- La sinodalidad es algo que tenemos que dejar que la gracia de Dios convierta nuestros corazones, convierta nuestras mentes. Juntos, juntos, caminando juntos, rezando juntos, reflexionando juntos. ¿Con qué fin? Para actuar juntos en el corazón del mundo. El sínodo nos empuja hacia la misión, nos empuja hacia la evangelización. Y como carisma de evangelización, creo que ésta es también una contribución que podemos hacer. Es decir, escuchar, orar, estar ante Dios, escuchar los signos de Dios en los labios, en la boca y en la vida de nuestros hermanos, especialmente de los jóvenes y de los pobres, que son el objetivo concreto de nuestra evangelización, y a partir de ahí, salir de nosotros mismos a la misión, salir de nosotros mismos para dar gratuitamente lo que gratuitamente recibimos, la misión, la evangelización.
Foto principal: Vatican News