Hoy, 5 de septiembre, en 1997, la Madre Teresa de Calcuta nació al Cielo. Me impresiona cada vez que pienso que hemos vivido tan cerca de una santa como ella. Una persona santa que dejó todo por su Amado, de Quien ya se enamoró cuando Le recibió por primera vez en la Eucaristía cuando tenía 5 años y le siguió al fin del mundo para amarLe en los más pobres de los pobres, para calmar Su sed de almas, y la sed que los hombres tenemos de ser amados por Él.
Madre Teresa nació en Albania en 1910, y dejó su casa a los 18 años con el mismo de ser misionera, con el anhelo de llevar almas a Jesús que nos hace dejar nuestras casas hoy. Yendo en barco hacia la India escribió un poema que dice más o menos así: “dejo familia, mis amigos, mi hogar, mi patria… a cambio sólo te pido, o Amado Jesús, permíteme salvar una alma, una que Tú ya conoces!!”. ¡¡Cuántas almas nos hemos sentido tocadas por el testimonio de esta pequeña monja!! Es fascinante ver en sus funerales como se mezclaron Reyes y Presidentes de Gobierno con los más abandonados de la tierra, católicos, hindús, ba-hais, cristianos, musulmanes todos lloraron su muerte. En un país hindú y musulmán donde la mujer no cuenta nada, una mujer, católica, religiosa y europea recibió honras de funeral de Estado.
Cuántos nos hemos sentido amados por Dios en su mirada amorosa, en su caridad con todos, o en las de los “ramos de la vid” de su familia Misionera de la Caridad, hermanas, hermanos, padres, voluntarios, enfermos e indigentes por ellos servidos y amados… y cómo, nuestra vida tiene sentido si la entregamos porque una sola alma conozca el amor de Dios.
Yo soy voluntaria de las Misioneras de la Caridad desde 2004, y con gran cariño puedo decir que en sus casas he aprendido a amar a Jesús, a llevarLe conmigo allí donde vaya, he aprendido de las enfermas terminales de sida a amar gratuitamente, porque así me he sentido amada por ellas. Aprendí a mirar a cada hombre a los ojos, viva donde viva. Aprendí a amar a Cristo en él, y a sentirme amada por Cristo en él. He aprendido que la fe se transmite por la alegría con que vivimos, más aun, probablemente se hace contagiosa y también que nosotros podemos llevar a Jesús donde, como Él le dijo a Madre Teresa, no puede llegar solo, porque nadie le conoce, y por eso no Le aman.
En la JMJ de Rio muchos tuvimos la oportunidad de ver la exposición sobre su vida y mensaje, y visitándola comentábamos en varias ocasiones: “iiMadre Teresa es muy Shalomita!!” es lógico! Compartimos el mismo Amado, compartimos esa pasión por llevar a Jesús a todos, que se experimenten amados, y comprendan que no se puede responder de otro modo que no sea amando completamente. Amor a Cristo en la Eucaristía, Amor de contemplación, Amor que enciende el corazón con deseos de santidad “ser santos no es un lujo, es una simple tarea para ti y para mi” dijo ella.
Compartimos también con ella el amor a Santa Teresita, de quien Madre Teresa tomó el nombre. En la puerta de su simple armario, en su sencillo cuarto de Calcuta, tenia una foto de Sta Teresita que decía “Mi vocación es el Amor”. ¿Y no es la nuestra también?
Y así hablan de ella los que tuvieron trato cercano, trataba a todos con impresionante atención, te sentías siempre lo único que ella tenia que hacer, y es así porque ella vivia a Cristo en cada uno de aquellos con que se encontraba. Cristo en la Eucaristía, Cristo en el hermano “Externamente vemos sólo pan, pero es Jesús. Externamente vemos sólo un pobre, pero es Jesús. ¡Es el gran misterio del amor!”
En estos años de voluntaria y de pasión por contagiar y compartir el amor a Jesús tengo experimentado una cosa interesante. Madre Teresa tiene acceso al corazón de muchas personas a las que la Iglesia, o el mismo Jesús, tienen cerradas las puertas. Os invito a “utilizar” a Madre para lo que ella siempre queria hacer, llevar a las personas a Jesús. Cuando hablas a alguien de Madre Teresa, se “bajan las defensas”, ¡nunca encontré a nadie a quien no le gustase! Y se abre una oportunidad para hablar de su maravillosa obra, de qué era lo le daba fuerzas para vivir, de Quién era la razón de su vida y de cual era la clave de su “exito”: “Mi secreto es sencillo, ¡¡REZO!!”…
Que por la intercesión de esta pequeña y potente mujer se nos regale, como ella hacia allí donde iba “inyectar en el mundo la Alegria de amar a Jesús” y entregarnos siendo “dos manos para servir y un corazón para amar”. ¡Shalom!
Paloma Lladó
Postulante de la Comunidad de Vida de la Comunidad Católica Shalom en Fortaleza, Brasil