Más de 7500 personas de 40 ciudades de Brasil y de seis países, participaron del congreso de jóvenes Shalom realizado por la Comunidad Católica Shalom en Fortaleza del 26 al 28 de Septiembre. El número superó las expectativas de los organizadores del evento y los récords de las 25 edicionesanteriores. Con el tema inspirado en la carta del Papa Francisco a los jóvenes “felices los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los Cielos”, el CJS marcó el inicio de la preparación de la comunidad para la JMJ de Polonia. En 2015 el evento dejará de tener sólo una edición internacional, para tener 3: Una en Salvador de Bahia (Brasil), otra en Paris (Francia) y en Asunción (Paraguay).
El CJS fue la principal actividad conmemorativa de los 25 años del Proyecto Juventud para Jesús, organización pastoral de Shalom cuya misión es evangelizar a los jóvenes con osadía y creatividad. Escuchamos la predicación del padre João Chagas, misionero de la Comunidad Catolica Shalom y coordinador del Sector Joven del Pontificio Consejo para los Laicos, MoysesAzevedo y Emmir Nogueira, fundador y cofundadora de la Comunidad respectivamente. El PCL es el Dicasterio de la Santa Sede responsable por las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Disfrutamos momentos de oración, adoración, celebraciones eucarísticas, noche de conciertos y espectáculos. En la primera noche fue presentadoO LOLEK, musical que relata la vida de San Juan Pablo II. Ana Gabriela abrió la noche del sábado cantando las canciones de su nuevo CD. A continuación Missionários Shalom llevó a los jóvenes a hacer un gran flashmob, que fue considerado el mayor realizado por el Proyecto Juventud para Jesús.
Ignácio Farro, 21, estudiante uruguayo y participante del Congreso, dice que hace diez meses conoció la Comunidad Shalom. SegúnIgnácio, el periodo del evento coincide con esa fase clasificada por él como; “cambio de vida”. “A los 13 años, comencé en el mundo de las drogas fumando mariguana, luego pase a la cocaína y otras más fuertes. En enero de este año, tuve una experiencia con Dios que transformo mi vida. Yo me sentí muy amado, muy querido. El me rescató y me dio una nueva vida”, afirma.
Durante el CJS, casi ocho mil personas vivieron una experiencia de fraternidad y oración.Según el responsable de la Asesoría de Jóvenes,VictorAragão, esa “sorpresa de Dios” es fruto de la evangelización de los propios jóvenes. “Hemos cumplido el pedido de la Iglesia de hacer que el joven evangelice a otro joven. El resultado no podría ser distinto”, conmemora.