La Plaza Matriz fue el lugar donde ayer se le dio la bienvenida oficial a monseñor Daniel Sturla, segundo cardenal en la historia del país, creado por el papa Francisco el pasado 14 de febrero.
“Este rojo púrpura de cardenal hace referencia al color de la sangre, signo de la vida que muchos entregan hoy por Cristo o por fidelidad a su conciencia y que, en el trabajo de cada día, espero también yo entregarla para servir con alegría al Señor en su Iglesia”, dijo el cardenal en su discurso.
Durante su alocución Sturla habló sobre la Iglesia del país, que no es poderosa sino más bien pobre y austera pero muy libre. “Como Iglesia Católica, no soñamos con antiguas preferencias ni tenemos pretensiones de hegemonía, pero sí tenemos clara conciencia de lo que hemos sido y somos”, comentó, y describió algunos de los aportes que esta religión ha hecho a la sociedad en los ámbitos de la educación, la asistencia a los débiles, la promoción del arte o a construcción de la justicia y la paz”.
Al mismo tiempo, el cardenal destacó que los católicos “existen para evangelizar”, no como dueños de la verdad sino como servidores de ella y por eso “ofrecemos a todos los que quieran el anuncio salvador. No somos un club de perfectos con acceso restringido, sino un pueblo en marcha con sus virtudes y defectos”.
Finalizado el acto, el cardenal saludó a las autoridades presentes, entre las que se encontraban la esposa del presidente Tabaré Vázquez, María Auxiliadora Delgado, y la intendenta de Montevideo Ana Olivera, junto a varios políticos.
Fuente: espectador.com