Mi nombre es Nicole, soy Uruguaya, soy vocacionada de la Comunidad Católica Shalom y quería en breves palabras explicar por qué creo que es bueno hacer un vocacional.
A fines del 2012 conocí a Dios.. En esa incertidumbre de lo que pasaba, desconocía todo lo que me esperaba, todo lo que Dios claramente, ya había preparado para mi.
Luego de muchas idas y vueltas, de mis participaciones esporádicas, de mis ilusiones y desilusiones sobre lo que tenía creído sobre Dios, la Iglesia y la Biblia comencé en 2014 el vocacional. No porque creyera que era lo correcto, ni lo cierto para ese tiempo, pero Dios había sido claro, El quería que mis palabras se hicieran verdaderas, y que mi ansiedad por devolver a El parte de lo que El me había dado y había cambiado mi vida se cumpliera.
Así fue como sin buscarlo, comencé un camino que nuevamente cambiaría mi vida, pero esta vez, de una manera mas profunda, de una manera mucho mas personal.
El itinerario del vocacional nos va haciendo descubrir no sólo lo que la Comunidad es en si misma, lo que el Carisma Shalom es, sino que nos va despelechando, nos va quitando capas de nuestro ropaje con el que vamos cubriéndonos bajo el dolor de lo que la vida nos ha hecho ir viviendo. Y al ir quitando cada vez mas capas, vamos encontrándonos cada vez mas, con nosotros mismos, una identidad tan profunda, tan nueva, tan perfecta que puedo asegurar que yo desconocía la mía. Claro.. en ese descubrirme, no encontré solo cosas lindas, encontré muchas cosas de mi misma que no me gustaron, que no quise en un principio indagar, profundizar, o siquiera hablar, pero Dios me llevó incluso hasta esos rincones para poder, con El, sanar las heridas que esto hubiera causado, y para con El, aprender a ser yo misma, sin herirme o herir a los demas. Fácil pero muy difícil al mismo tiempo, conocerse con tantas debilidades, y sin embargo, sentirse aún mas completamente amado por la misericordia de Dios, y sentirse confiado en Dios, que es quien toma todo nuestro ser y nos guía.
En este encontrarme a mi misma, descubrí infinitas cosas, y entre ellas, mi identidad cómo Hija de Dios, Shalom. Si, soy Shalom. No fueron las personas, ni el tiempo, ni las actividades, fue encontrarme, fue descubrirme, fue descubrir aquello que Dios desde el seno de mi madre había pensado para mi, fue descubrir aquello que ese 13 de octubre de 2012 El comenzaba a dejarme contemplar, aún no comprendiendo nada.
Fueron muchos los desafíos, no voy a mentir, fueron muchas las batallas, pero en los momentos de más dificultad, Dios me llevó a los Escritos de la Comunidad, y ahí, ahí vi entre líneas mi nombre, y entonces nada importó. Yo sabía que el día que Dios inspiró a Moysés todo esto, ya había puesto mi nombre ahí. Cuando entendí y abracé todo esto que Dios tenía para mi, comenzó un nuevo tiempo, un tiempo donde comencé a vivir esto que Dios me invitaba, y dejé de luchar contra lo que creía imposible, contra lo que creía no era para mi, y comencé a vivir en la plenitud de lo que somos llamados a vivir.
Luego de hacer experiencia en la comunidad de Alianza, y de hacer experiencia misionera como Comunidad de Vida en Chile mi llamado fue tomando forma. El 2 de Marzo de este año envíe carta para ingresar como postulante en la Comunidad de Alianza, y este tiempo de espera de la respuesta de la Comunidad, no ha sido mas que un tiempo donde Dios ha sellado mi ser Shalom. Y a donde El me llame allí estaré.
Nicole Massonnier.