Hace casi 20 años que el Festival Halleluya es conocido como el mayor festival de artes integradas de Brasil, llevando a los jóvenes a tener una experiencia con Dios por medio de las artes, los deportes, cursos y celebraciones eucarísticas. Pero uno de los principales puntos del evento es el acceso al sacramento de la reconciliación, realizado en el llamado “Espacio de la misericordia”, que anualmente se celebra en Fortaleza, Brasil, donde nació el festival, en el que casi tres personas logran confesarse.
Además, este año el Espacio tendrá una mayor importancia en el Festival Halleluya, en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, ya que también se realizará en Polonia, tierra donde Jesús dio a conocer al mundo su misericordia por medio de Santa Faustina Kowalska, canonizada por San Juan Pablo II, patrono de la JMJ. Aparte de las 15 atracciones de música, teatro y danza, el Festival ofrecerá espacios para cursos, confesiones, oración y consejería y adoración al Santísimo.
La JMJ 2016 tendrá sacerdotes disponibles para confesar en los idiomas más presentes entre los peregrinos del evento: portugués, inglés, polaco, francés, español e italiano. Algunos de estos sacerdotes son misioneros de la misericordia, autorizados por el papa para perdonar pecados antes confiados solo a los obispos. El espacio estará abierto durante todo el evento, que se realizará del 27 al 29 de julio en la Plaza Szczepanski, en Cracovia.
Juan Pablo II, el papa de la misericordia y la vocación Shalom
Para la Comunidad Shalom, organizadora del Halleluya, realizar por primera vez el Festival en Polonia tiene una importancia especial, pues fue a los pies del polaco Juan Pablo II donde nació la inspiración de Dios para el carisma. El 9 de julio de 1980, cuando el fundador de la comunidad, Moysés Louro de Azevedo Filho, tenía 20 años, fue invitado a ofrecerle algo al sumo pontífice durante el ofertorio de una misa celebrada por el papa en Fortaleza, en el X Congreso Eucarístico Nacional. En su oración, Moysés decidió escribir una carta donde ofrecía su vida por la evangelización de los jóvenes.
Exactamente dos años más tarde, con la inspiración de hacer con sus amigos una cafetería para evangelizar, nacía lo que hoy es la Comunidad Shalom, cuya principal misión es llevar al hombre una experiencia con Cristo resucitado, en especial a los jóvenes más alejados de Él. Cumpliendo también el mandato del papa Benedicto XVI durante la misa de aprobación definitiva de los estatutos de la Comunidad: “sean alegres instrumentos de la misericordia de Dios”. Con 33 años de fundación, Shalom está presente en casi todos los estados brasileños y en más de 20 países, incluyendo la ciudad de Cracovia, sede de la JMJ 2016.
Larissa Moura