1. La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia. Como han indicado los Padres sinodales, a pesar de las numerosas señales de crisis del matrimonio, «el deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto motiva a la Iglesia»[1]. Como respuesta a ese anhelo «el anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia»[2].
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Fuente Vatican.va