El fundador de la Comunidad Católica Shalom, Moysés Azevedo, dio una charla a los participantes del Encuentro Internacional de Jóvenes Shalom el lunes 1 de agosto, un día después del cierre de la Jornada Mundial de la Juventud.
Él reiteró las palabras del Papa Francisco sobre la necesidad de los jóvenes esforzarse en la vivencia y anuncio del Evangelio, camino de verdadera felicidad y trasformación del mundo y renovó la entrega de su vida a Dios y a la Iglesia, como hizo hace 34 años a los pies de San Juan Pablo II. Ese gesto de hoy tiene un significado especial ya que fue realizado en Cracovia, en el santuario que lleva el nombre del pontífice polaco. “Nosotros formamos parte del cuerpo de Cristo resucitado en este mundo, este mundo que sufre, espera la manifestación de los hijos de Dios. Entonces, el mundo, la humanidad, espera por ti, por tu oferta de vida”, dijo el fundador a centenares de jóvenes de varios países del mundo que participan de la Obra Shalom.
Lee las palabras de Moysés Azevedo:
Tres cosas me gustaría recordaros que la misericordia hace en nosotros:
1) Jesús, con Su misericordia perdona nuestros pecados.
2) Jesús, con Su misericordia borra nuestras culpas.
3) Jesús transforma nuestro corazón.
Si hay una cosa que tiene es un problema de memoria con nuestros pecados.
Sí, porque cuando llegamos hasta Él con nuestro corazón arrepentido, cuando buscamos el sacramento de la confesión, Jesús perdona, borra y se olvida para siempre de nuestros pecados, para siempre.
Si nos acercamos a Él con el corazón arrepentido, Él nos perdona y borra estos pecados de nuestras vidas. Es como si nunca los hubiésemos cometido.
No lo sé de ti, pero hay unas páginas en el libro de mi vida que ojalá no las hubiera escrito. Y me digo a mí mismo “Dios mío, como me gustaría que eso no hubiera pasado”.
¿Eso te pasa a ti? ¿Sí o no? Quiero contaros una novedad: Jesús, con Su misericordia, perdona y borra de tal manera nuestros pecados que Él arranca y tira a la basura esas páginas. Él borra nuestros pecados. Delante de Él, ellos ya no existen delante de un corazón arrepentido, la misericordia de Dios borra nuestras culpas y nos da esperanza de una vida nueva. Y la tercera cosa: Jesús perdona, Jesús se olvida y Jesús transforma. Pero Jesús transforma de dentro para fuera. Sí, porque la misericordia de Dios es capaz de cambiar nuestra historia.
Él no solo nos perdona, no solo se olvida de nuestras culpas, sino también nos hace nuevas criaturas. ¡Él cambia nuestra historia!
Él nos hace capaces de marcar la diferencia. Si tú abres tu corazón, la gracia puede cambiarlo, puede cambiar tu historia. Porque Su misericordia es eterna.