El 15 de enero se celebra la Jornada Mundial del emigrante y del refugiado con el lema, “Menores migrantes vulnerables y sin voz. Reto y esperanza”. Un lema con el papa Francisco nos invita a fijar nuestra mirada en los niños migrantes porque “son menores, extranjeros e indefensos… Ellos quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales, factores a los que hay que añadir la globalización en sus aspectos negativos.”
Fuente: Conferencia Episcopal Española