Mi nombre es Tancredo, soy mienbro Consagrado con Promesas Definitiva de la Comunidad de Alianza, vivo en Rio de Janeiro (RJ – Brasil). Soy casado hace 8 años con Denise, tambiém Consagrada con Promesas Definitiva de la Comunidad de Alianza, y tenemos una hija de 2 años e 6 meses.
Hace, mas o menos, 4 años entramos en un largo trámite de adopción, porque por problemas de salud no teniamos condiciones de tener hijos biológicos. Dios desde cuando eramos enamorados colocaba en nuestro corazón este deseo y el fue cresciendo a lo largo del tiempo. Recibimos la documentación que nos permitia adoptar um niño el 31 de Julio de 2014 y apartir de entonces comenzamos a visitar los orfanatos para escojer al niño que adoptariamos. El 1ro de Agosto, perdí mi empleo en una empresa en la que trabaje por 14 años. Entonces nos quedamos preocupados: ¿Deberiamos continuar con el proceso de adopción en esas condiciones?. Rezamos y Dios nos decia para continuar, pues por su providencia nada nos faltaria. Parecia una incoherencia, pero Dios nos pedia para continuar.
En ese mismo més, participe de un retiro de la Comunidad, donde Dios me decia atraves de Emmir Nogueira: “Muchas veces Dios nos prueba atraves de la incoherencia”. Aquella frase fue directo a mi corazón, converse con mi esposa y continuamos rezando con nuestras autoridades, que confirmaban nuestra decision y eso nos dio seguridad para continuar. Durante cada paso que dabamos en ese tiempo, fue muy importante el acompañamiento de nuestras autoridades, que fueron la voz de Dios en las crisis y desafios que pasamos. Al inicio del proceso, pensamos en adoptar un bebe, pero los bebes dados en adopcion son pocos e muy dificiles de encontrar, entonces comenzamos a buscar una pareja de niños entre 3 y 5 años de edad. En ese tiempo ya habia accionado mi seguro por desempleo y el ultimo pago seria en Marzo del 2015. Habia enviado algunos curriculums, pero no habia recibido ninguna respuesta.
En medio de esa situación, recibimos la llamada de una hermana, de la Comunidad, que era responsable por un abrigo para niños de la Comunidad, en Sobral (Ceará- Brasil). Ella nos aviso que habia una niña de 1 año disponible para adopción, nosotros habiamos iniciado una novena de San José suplicando su providencia, cuando recibimos esta llamada. Fuimos a llevar a nuestras autoridades esta noticia y ellas nos confirmaron que este era el camino. Fuimos al ministerio de la infancia en RJ, a ellos les pareció una locura que nosotros fuesemos a Sobral a buscar a una niña que solo habiamos visto por fotos. En ese momento, experimenté la angustia San José al recibir a Maria, parecia una incoherencia acojer un hijo que no es tuyo. Vivi un desierto de la fé, pero Dios vino en mi auxilio, percibimos las señales de Dios que nos iba confirmando aún delante de todos los desafios que tuvimos que enfrentar, pues fue necesario rehacer el pedido de adopción en el ministerio de la infancia en Sobral.
Habiamos comprado los pasajes para el dia 12 de Marzo de 2015 y no teniamos nada para nuestra niña. Cuando rezávamos en una Iglesia en Petropolis, antes de nuestra prédica en un retiro de carnaval, una pareja nos dio una donación en dinero para comprar un regalo para nuestra hija. Dios comenzo a manifestar su providencia, luego otra pareja nos regalo una cuna nueva y de esa forma fuimos reuniendo todo el ajuar de la bebé. Compramos el pasaje y en Fortaleza nos alojamos en la casa de una pareja de la Comunidad Alianza que tambien nos dio mas regalos para la bebé. Llegamos a Sobral el dia 15 de Marzo durante la Semana de la Novena de San José, que es patrón de la Ciudad de Ceará y ya al dia siguiente llevamos a nuestra hija a la casa de la pareja que nos acogió.
Volvimos a RJ el dia 20 de Marzo y al dia siguiente mi celula comunitaria organizo un babyshower, que parecia uma fiesta de cumpleaños, pues reunió amigos y hermanos que celebraban con nosotros la alegria de acojer a Ana Isabel. Como si no fuese suficiente, recibi dos propuestas de trabajo y una de ellas fue para trabajar en la Asociación Shalom como Promotor de Ventas de las ediciones Shalom aqui en RJ, donde trabajo hasta hoy. Mi esposa consiguió 8 meses de permiso del trabajo por maternidad y yo como vendedor externo podia trabajar tambien en casa y asi pude estar junto a mi familia viviendo lo nuevo que Dios nos dio. Aún delante de todos los desafios no dejamos de devolver nuestra comunión de bienes y eso fue generando en nuestro corazón una inmensa gratitud.
Bendito sea Dios que no permitió que nada nos faltase!
San José, ruega y providencia para nosotros!