“¿Qué hacer, oh Señor, sino amarte perdidamente, entregándonos a Ti con toda nuestra flaqueza y, a pesar de ella, consumirnos de amor por Ti y ser siervos de Tu Reino?” (Escrito Amor Esponsal).

La Espiritualidad Shalom está basada en el amor incondicional, “esponsal”, a Jesucristo y en la vivencia radical del Evangelio. El Amor Esponsal, que genera unión a la voluntad divina, florece y madura en el cultivo de la intimidad con Dios, fomentada en profunda vida de oración personal y comunitaria.

La oración es guía eficaz en la experiencia de Contemplación, Unidad y Evangelización. Son maestros de la vida espiritual Santa Teresa de Jesús, que recorrió el camino de unión íntima con el Señor a través de la oración personal, diaria y contemplativa, y San Francisco de Asís, modelo de desprendimiento y total oferta de vida.

Conocimiento de la Palabra, celo por los sacramentos, amor a la Eucaristía y a la Virgen María, alabanza, penitencia y vivencia de los tiempos litúrgicos son elementos esenciales a la intimidad con Dios en el Carisma Shalom.

También constituyen la Espiritualidad la vida fraterna; el apostolado ejercido en el servicio a Dios y a los hermanos; la forma de vida acogida como don divino; la vivencia del espíritu de los consejos evangélicos “pobreza, obediencia y castidad”.