“Peruanos y chilenos, que estamos aquí reunidos a los pies de la Virgen del Carmen, queremos pedir a Dios la sabiduría que nos haga
descubrirnos hermanos, capaces de ir más allá de las legítimas diferencias, y ser muy unidos en lo que significa el progreso y la vida plena de nuestros pueblos”, expresó el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, en la multitudinaria y colorida Eucaristía de este domingo en el Santuario Nacional de Maipú.
Una veintena de grupos de baile folclórico se dieron cita en el Templo dedicado a la Madre de Chile, en una ceremonia que además marcó el inicio del 43° Festival Nacional Folclórico de San Bernardo. Con presencia de monseñor Pedro Ossandón, obispo auxiliar de Santiago, junto al padre Carlos Cox, rector del Santuario, a la ceremonia asistieron también autoridades civiles: Carlos Pareja, Embajador de Perú en Chile, Nora Cuevas, Alcaldesa de San Bernardo, y Jaime Bellolio, diputado electo por esa comuna.
Patria Grande
“Estamos aquí, chilenos y peruanos, para pedirle al Señor que nos regale el don de la sabiduría, de su sabiduría, de esa sabiduría del Padre que quiere que todos sus hijos vivan unidos, vivan en paz, de aquella sabiduría que nos permite descubrir el futuro promisorio de nuestros países cuando lo construimos en la paz, en la unidad, en la cooperación mutua”, apuntó el Arzobispo durante su homilía.
En la ocasión recordó la invitación de Pablo en la segunda lectura del Evangelio: “En nombre de Dios les pido que vivan unidos”, clamó, agregando que “esto vale más que nunca en estas vísperas en que esperamos el fallo de La Haya. Hermanos de Perú, hermanos de Chile: estamos llamados a caminar en la luz del Señor, creyendo que la unidad, creyendo que la vocación a ser parte del único pueblo de Dios es un llamado también a inspirar las relaciones de fraternidad, solidaridad y cooperación mutua”.
Y recordó el exhorto de las Conferencias Episcopales de Perú y Chile a “caminar juntos hacia ese progreso grande que Dios nos tiene preparados para pueblos hermanos, y para pueblos que queremos formar la patria grande de América Latina”.
A los pies de la Virgen
El Arzobispo de Santiago ofreció también su creación como Cardenal a la Virgen del Carmen. En este sentido, explicó que el Papa Francisco “nos ha invitado a todos los nuevos miembros del Colegio Cardenalicio a que vivamos este nombramiento no como una escalada, ni como un poder, ni como una gloria, sino sencillamente como un llamado a servir, a estar cerca de quienes sufren, a ser hermano que vive la propia experiencia cristiana, caminando junto con todos los hermanos y hermanas que constituyen el pueblo de Dios en nuestras diócesis”.
Monseñor Ezzati puntualizó además que este ministerio implica “estar dispuesto a entregar la vida entera, aunque fuera necesario el martirio, para anunciar con la frente en alto el Evangelio del Señor y servir con todas mis fuerzas al pueblo de Dios que me ha sido confiado”.
Fue el momento para que algunas parejas de las agrupaciones de bailes depositaran sus ofrendas en el altar. El cáliz, el copón, una ofrenda floral y el afiche del Festival que se iniciaba.
Durante el saludo de la paz, las hermandades peruanas y chilenas, el embajador de Perú en Chile, el cónsul y las autoridades chilenas subieron al altar en claro gesto de unidad.
Tras la Eucaristía, monseñor Ezzati depositó el Cayado Pastoral, signo de la conducción del pueblo de Dios, a los pies de la Virgen del Carmen: “Con tu auxilio acompáñame para que pueda servir hasta el último respiro de mi vida siendo un humilde y fiel discípulo del único buen pastor, tu hijo Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos”, pronunció.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago.