Benivalda Carvalho llegó a Lubango (Angola) en diciembre del 2018. “Vivir en África es muy desafiante, así como también muy encantador”, evalúa la misionera que, dentro de poco, completa un año de servicio misionario, junto a otros misioneros, en aquella ciudad.
Lubango es el centro urbano más poblado de la provincia de Huíla, contando con más de 700 mil habitantes. “Angola es un país que sufre por la gran desigualdad social, con una población compuesta mayoritariamente por jóvenes y niños que viven en situación de pobreza extrema”, explica Benivalda.
Con todo, la misionera explica que la coyuntura de miseria no extingue el sentido del compartir y del respeto. “Cada día experimentamos de la solidaridad y del compañerismo de estos hermanos. Aquí todo se hace junto a alguien: comer, trabajar, bromear, caminar, sonreír, sufrir, llorar; todo está entrelazado por el compartir”, resalta.
Nunca estamos solos
“Nosotros, los misioneros Shalom, experimentamos cada día la gracia del ‘nunca estar solo’; nosotros, rara vez, estamos solos. Reconozco que nunca hubiera tenido el coraje de venir en misión, así, sola, necesito de hermanos, de padres, madres que me acompañen. Ningún Shalomita vive solo. Es imposible vivir el carisma sin hermanos”, testimonia Benivalda.
Uno de los trabajos desenvueltos por la Misión Shalom es la evangelización ‘casa a casa’. “En estas evangelizaciones vivimos la experiencias de tocar al Jesús pobre, ya que entramos en contacto con la pobreza y la miseria que vive el hombre”, nos cuenta Benivalda que tiene 21 años y es misionera.
“También testimoniamos la actitud y el gran coraje del pobre que no desiste de la vida. Esta semana, por ejemplo, entramos en una cabaña, sin ningún mueble, utensilio o comida; tenían apenas un pequeño fogón apagado, en la espera de un milagro. La riqueza de esta casa era la familia que la habitaba”, nos relata.
Benivalda cree que la Evangelización en aquella ciudad está marcada por la compasión, por la enseñanza, por la formación de grupos y por el paso de aquellos que son los protagonistas de un nuevo tiempo. “Nuestro objetivo, principalmente, son los jóvenes; y como es bello percibir sus anhelos, deseos y sueños. Ellos no son diferentes a los jóvenes europeos o americanos; aquello que les hace diversos [por así decirlo] es la pobreza, mejor dicho, la miseria en la que viven. Aún así, no obstante la tanta pobreza, el caos urbano, las drogas, la falta de perspectivas, etc. Veo personas que sonríen, bailan, comparten, ensenan. Jóvenes, negros lindos, sedientos de vivir y aprender”, finaliza.
En Brasil
Actualmente cerca de 54 misiones de la Comunidad Católica Shalom desenvuelven acciones sistemáticas de Promoción Humana. La mayoría de ellas actúan en la evangelización en lugares carentes, hospitales y centros socioeducativos. Más allá de eso, la Comunidad dispone de proyectos en 9 ciudades: Itapipoca, Fortaleza, Natal, Senhor do Bonfim, Sobral, Aracaju, São Luiz, Rio de Janeiro e Juazeiro do Norte.
Los Proyectos de Promoción Humana actúan mirando a públicos distintos: niños en situación de vulnerabilidad social (Proyecto José de Egito), personas en situación de Calle (Proyecto Jesus Meu Abrigo) y químico-dependientes (Proyecto Volta Israel).
Tú puedes colaborar directamente en estos proyectos, haciendo una donación.
COMUNIDAD CATÓLICA SHALOM
IBAN: IT93 S030 6909 6061 0000 0008 887
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Nro. DE CUENTAS: 100000008887
BANCO: INTESA SANPAOLO
Traducción: Manuel Quezada
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