La palabra vocación deriva del latín “vocare”, que significa “llamar”. La vocación, por tanto, es una llamada, una invitación. Dios es Aquel que, creando al ser humano, llamándolo a vida, no lo somente a una vida “física” o “material”, mas a una vida divina, al amor, a la santidad. Cada hombre es llamado a responder a esa vocación universal, enraizada en el sacramento del Bautismo, según la propia identidad. El conocimiento de sí mismo permite al hombre descubrir aquel modo específico a través del cual amará y servirá mejor a Dios, la Iglesia y a los (otros) hombres. Por parte del hombre, la vocación debe ser, antes de todo, ejecutada en el silencio interior.
La llamada del Señor – quede claro desde ya – no tiene la evidencia propia de las muchas cosas que podemos oír, ver o tocar en nuestra experiencia diaria. Dios viene de forma silenciosa y discreta, sin imponerse a nuestra libertad. Así puede suceder que su voz quede sofocada por muchas de las inquietudes y solicitaciones que ocupan nuestra mente y nuestro corazón.1
Por tanto, es necesario realizar una escucha y una lectura atenta de nuestra vida iluminada por la fe, para descubrir ese don especial que Dios nos concedió.
Una vocación es un llamado de Dios, una invitación . Solo que tal invitación no viene en un sobre bonito, no viene en e-mail, no viene por WhatsApp, no viene por los medios de comunicación masivos. Esa invitación viene en tu corazón. Una vocación es un semen de Dios que él mismo pone dentro de ti, y un día, Dios utiliza palabras o tantas otras cosas para que digas: Hello! Yo soy de esta vocación, yo fui llamado a esa vocación! Y la vocación Shalom es eso, la vocación Shalom es una manera de vivir una llamada a la que nosotros y millones de ostras personas en el mundo dijeron ‘Si’ (Emmir Nogueira).2
El Carisma Shalom es un modo, suscitado por el Espírito Santo, de vivir la vocación universal a la santidad y a la misión evangelizadora de los cristianos.
“La vocación a la Comunidad Shalom es un llamado De Dios que se dirige a todo y a cualquier miembro bautizado del pueblo De Dios que, habiendo tenido la experiencia con el Resucitado que pasó por la Cruz y que bautiza en el Espírito Santo (cfr. Jn 20,19-22), y confesando la fe católica, recibe el apelo de seguirlo según el espíritu (propio) de esta vocación”.3
La Comunidad Shalom está compuesta de fieles de todas las formas de vida: celibatarios para el Reino de los Cielos, casados y sacerdotes, en unidad y complementariedad, reflejando así la vida trinitaria y el misterio de la Iglesia.
Vocación en la Comunidad Shalom
“La vocación a Comunidad Shalom puede ser vivida en dos dimensiones complementares: la Comunidad de Vida y la Comunidad de Alianza”.4
La Comunidad de Vida es el corazón, o núcleo central de la Comunidad Shalom. Sus miembros reciben un apelo de una oferta más radical en el seguimiento del Señor Jesus, a través del espíritu de pobreza, obediencia y castidad, según la forma de vida de cada uno. Teniendo que renunciar a la posesión de bienes, proyectos y planos personales, dedicándose plenamente a Dios y a Su Reino a través de la oración, de la vida fraterna y del servicio.
La Comunidad da Alianza recibe un apelo a una oferta de vida a Cristo en medio de las actividades familiares y profesionales, asumiendo un compromiso de ejercerlas según el espíritu del carisma y también de vivir, en su nivel propio, los compromisos de contemplación, unidad y evangelización.
Cuando alguien es llamado por Dios a la vocación Shalom, se identifica con ese modo de ser, de vivir, de servir; encontrar su proprio lugar en esa modalidad específica de ser discípulo y ministro da paz.
Quieres vivir ese invito?
“Si arde en tu corazón el Carisma Shalom, este es o tu camino de que Dios te asignó para la santidad. No tengas miedo de oferecer tu vida a Cristo, a la Iglesia, por los pobres, por los jóvenes y por todos los hombres” (Moysés Azevedo).
Escuchar la voz de Dios es un camino arduo y, con frecuencia, enredado. Por tal motivo, y también por el hecho que un llamado divino pasa a través de la mediación comunitaria, la Comunidad Shalom ofrece un camino de discernimento vocacional para quien lo desee. Para eso, el candidato debe buscar el grupo vocacional de la misión Shalom más próxima a su ciudad o entrar en contacto con la Asesoría Vocacional para iniciar un camino vocacional a distancia mandando um e-mail para: vocacionaladistancia@comshalom.org
El camino vocacional comienza con la petición del candidato y la admisión por parte de la Comunidad. Tiene como duración mínima un año y comprende:
– Participación a los encuentros mensuales, que tienen por objetivo presentar las especificidades del Carisma Shalom al interno de la Iglesia;
– El acompañamiento espiritual mensal por parte del Acompañador Vocacional (un director espiritual), un miembro de Comunidad de Vida o de Alianza que recibe ese encargo;
– A experiencia de vivir como miembro de la Comunidad de Vida (por lo menos 30 días) o de la Comunidad de Alianza (como mínimo 2 meses);
– La participación de un retiro de profundización vocacional (en agosto o septiembre) y a un retiro vocacional final (en el mes de diciembre o enero).
Luego del último retiro y con el debido consentimento del propio Acompañador Vocacional, el candidato puede requerir ingresar a la Comunidad Católica Shalom, que efectuará el discernimiento final de su pedido.
Por Elica Melo
Traducción: Manuel Quezada
Referencias
1 Papa Francisco, Mensaje para la 55ª jornada mundial de oración por las vocaciones, disponible en
https://w2.vatican.va/content/francesco/pt/messages/vocations/documents/papa-francesco_20171203_55-
messaggio-giornata-mondiale-vocazioni.html.
2 Entrevista, Festival Halleluya, 2016.
3 Estatutos de la Comunidad Católica Shalom, 8.
4 Estatutos de la Comunidad Católica Shalom, 10.