El día 18 de noviembre, el Día Mundial de los Pobres, la Comunidad Católica Shalom realizó varias iniciativas para atender a la petición de Papa Francisco de abrir nuestros ojos a quienes viven diferentes condiciones de sufrimiento y marginación, escuchando su grito para poder reconocer sus necesidades.
Una de esas acciones tuvo lugar en Sao Paulo, una de las ciudades más grandes del mundo, en la que 225 damnificados tuvieron la oportunidad de ser oídos y acogidos. Un grupo de jóvenes y misioneros realizaron momentos de reparto y distribución de alimentos en el desayuno y almuerzo, atención de higiene personal como corte de cabello, manicure y pedicure, así como también acceso a atención médica. Además, hubo momentos de oración con adoración al Santísimo Sacramento y la Santa Misa al final del día.
“Dejé mi comodidad y me entregué a los demás, intercambié experiencias, fui al encuentro, me interesé, pregunté y escuche sus historias de vida. Fue una experiencia muy gratificante”, dijo Flavienny Rafaela, enfermera y participante del grupo de oración Shalom.
William, uno de los participantes de la acción, testificó: “Hemos sido tratados con mucho respeto por personas que con bondad y gentileza nos recibieron muy bien, y eso es lo que fortalece nuestro viaje, nuestra contemplación y la manera en que miramos a la gente“.
El cuidado de los pobres es una de las bases de la Comunidad Católica Shalom. Desde los primeros años de su fundación, la Comunidad realiza acciones de evangelización para los más necesitados. Actualmente, la comunidad tiene cerca de 90 proyectos de promoción humana y social en varias partes del mundo. Este servicio incluye visitas a prisiones y hospitales, casas de acogida para discapacitados, centros de rehabilitación para tóxico-dependientes. A menudo se organizan expediciones misioneras a los lugares más pobres de Brasil, como la Isla del Marajó (en el norte del país), Cabo Verde y Madagascar en África.
Traducción: Marjori Small
Revisión: Manuel Quezada