Al finalizar la audiencia general, el Papa ha saludado a los fieles presentes dedicando unas palabras a “Carta di Roma” y “Casa Alessia”, dos asociaciones que trabajan ayudando a los necesitados y refugiados, animándolas a continuar con su importante trabajo.
Francisco ha saludado también a las familias de los trabajadores de Shellbox de Castelfiorentino (Italia) que han perdido sus puestos de trabajo, porque la crisis ha causado el cierre de la empresa. “Mientras expreso mi cercanía -ha dicho-, deseo que los organismos competentes hagan todo lo posible, para que el trabajo, que es la fuente de la dignidad, sea la preocupación central de todos”.
Y por último se ha dirigido a las Fundaciones Asociadas al Consejo Nacional Antiusura. “Espero que las instituciones intensifiquen su compromiso con las víctimas de la usura, dramática plaga social. No es cristiano y no es humano que una familia no tenga para comer porque tiene que pagar el préstamo a los usureros ¡Esta dramática plaga social hiere la dignidad inviolable de la persona humana!.”.