En Madagascar, los voluntarios tocan en la humanidad y en la eternidad del pueblo malgache

Con la misión de asistir a la población de Madagascar, 30 voluntarios llegaron este sábado 9 de noviembre al continente africano para la Expedición Misionera realizada por la Comunidad Católica Shalom. Entre los infantes atendidos, una recién nacida no resistió y falleció. El grupo acompañó a la familia y participo al momento en el que ella recibió el sacramento del Bautismo.

“Llegamos aquí el sábado, al inicio de la tarde, y ya recibimos la visita de un padre de familia que buscaba a los médicos voluntarios de la comunidad, ya que su bebé, recién nacido, estaba en el hospital”, nos cuenta Jeovana Freitas, Asesora de Promoción Humana de la Comunidad.

El equipo de salud prontamente fue a socorrer esa familia y encontró con un recién nacido de 17 días grave, con hidrocefalia, espina bífida y muchas otras complicaciones. Incluso si estaba internada en el hospital local, ella estaba sin la asistencia debida.

“Hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance, dentro de nuestros límites, porque estamos en un país tan distante. Una de las personas del equipo preguntó si la bebé podía venir bautizada, en aquel momento de dolor; allí incluso si el padre sea de otra tradición religiosa, lo permitió. Entonces, allí mismo, conforme la disposición de la Iglesia Católica, ellos administraron el Bautismo. “Fue un momento emocionante para todos, pues allí, en ese momento, aquel bebé nació verdaderamente”, relata la misionera.

En la mañana del día 11, los voluntarios recibieron la noticia de que la pequeña malgache había vivido su pascua. En medio al dolor del momento, los familiares pidieron que los voluntarios viniesen a la casa del infante. Allí, ellos pudieron consolarles y testimoniar que la pequeña nació para la eternidad.