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Entrevista – Jefferson Conrado.

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Francisco Jefferson Konrado, 21 años, misionero de la Comunidad Católica Shalom, su experiencia con Dios fue el 2009, en Shalom de Parque Landia, Fortaleza Brasil, “me invitaron mis amigos de confirmación a conocer una cosa distinta, nunca fui un joven muy loco, de esos que hacen locuras, siempre fui tranquilo pero que vivía una realidad que la gran mayoría de los jóvenes hoy en día viven, que es una indiferencia a Dios, a la Iglesia, en la cual se dicen a sí mismo, yo estoy bien, así que no necesito nada de eso, entonces como no hago nada mal soy feliz”.

¿Cómo eran tus días antes de comenzar ser misionero? Ante tu percepción de decir que no necesitas de Dios ni de la Iglesia, como eras tú?

Yo era muy Joven, tenía 15 años, en la etapa de la Adolescencia y la Rebeldía, yo era muy tranquilo, yo vivía en una Localidad de Fortaleza, vivía en una realidad un poco difícil, pero tenía el apoyo de mi familia, pero mis días eran muy tranquilo, yo iba para la Escuela, luego me iba para la casa, y claro me gustaba salir demasiado, lo que más me gustaba era salir mucho con mis amigos, compartir con ellos, pero era un joven tranquilo hasta para los ojos del Mundo, yo sentía que me faltaba algo, sentía que le faltaba Sabor a mi vida, yo era muy feliz, incluso con mis amigos, pero sabía que no quería vivir de aquella forma toda mi vida, de alguna forma sabía que no era eso lo que quería, yo quería sentir, yo quería algo más, nunca supe que era. Después que me invitaron, nunca pensé que iba a encontrar aquello que me falta en la Iglesia.

¿Cómo un niño de 15 años puede decir que le falta algo? Pues un niño a esa Edad por lo general no piensa en una necesidad tan profunda como esa.

Yo me di cuenta porque estas son preguntas, que siempre vienen y surgen, especialmente a esta edad, pues, es en esta edad donde más se presentan conflictos, conflictos humanos, conflictos sobre la sexualidad, conflictos en todas las áreas de la persona y es ahí que surgen las preguntas más esenciales para una persona, ¿Qué quiero ser?, ¿Para dónde voy?, ¿Qué estoy haciendo con mi vida?, a esta edad es que surgen estas preguntas, yo creo que para mí surgieron esas preguntas, una de ellas fue la de ¿Cómo es que quiero vivir toda mi vida?, ¿Cómo voy a vivirla?, claro pensaba también, soy joven, voy a aprovecharla, pero luego volvía a preguntarme, ¿Qué voy a hacer con mi vida?, y pensaba, será que quiero ser Químico, como una vez había pensado, o trabajare en Petrobras y ganar plata, pero todas las veces que pensaba, yo voy a tener mi familia, estudiar, trabajar, volvía a mí esas preguntas, y ¿Es solo eso lo que quiero hacer?, y miraba a las personas a mi alrededor, con sus familias, sus trabajos, y era bellísimo, pero aun así, quería algo más, no sabía que era, y me quedaba pensando.
Después de tener mi experiencia con Dios, todo comenzó a aclararse, fue algo sencillo, un sábado por la tarde, la experiencia que tuve fue como la de encontrar sentido a toda mi vida, con 15 años solamente pero era para mí toda la vida, (El entrevistado ríe), fue la de haber sentido mucha sed, trato de explicarlo así, alguien sediento que fue saciado con Agua de Coco (Expresión Cearense, el Entrevistado Ríe mucho mas), y a la vez una experiencia de paz, de sentirme amado, y la de haber encontrado un gran tesoro, y al sentir todo esto, comencé a buscarlo siempre, buscar sentir esto siempre, y con el tiempo, buscando esta experiencia, sucedió algo, en el barrio que yo vivía, un Amigo con el cual jugábamos a la pelota y éramos muy amigos, había fallecido, pues este se consumió en las Drogas y lo mataron, yo quede muy mal, justo cuando experimente esto con Dios, me sentí muy mal, y pensaba, yo que había encontrado un gran Tesoro, como pudo mi Amigo no haber conocido esta experiencia, así que me puse a rezar y le preguntaba a Dios, ¿Señor yo que tuve una experiencia contigo, y que hay otros que no han experimentado esto, que puedo hacer? Y al final de este año, yo le hice una promesa a Dios, la de hacer todo lo posible para que los jóvenes puedan experimentar aquello que yo viví, y este compromiso me llevo primero a comprometerme con un ministerio, que era la de servidor de Seminarios, y cada fin de semana yo iba a servir a los seminarios, y ahí fue donde comenzó a surgir el deseo de ser misionero, y cuando iba sirviendo mi deseo iba creciendo mucho más, para mí era una alegría tremenda el ver a cada joven llegar de una forma y salir de otra y esto fue llenando mi corazón cada vez más, fue entonces que también comencé a hacer un Vocacional de la Comunidad de Vida y pedí ingreso a la Comunidad. Pero, cuando me di cuenta que en verdad esto era una cosa seria, que era dejar todo, dejar familia, planes y toda mi vida, en mi entraba ya el miedo, pero tenía un acompañante que siempre me conducía para la seguridad nuevamente, y cada vez que sentía inseguridad, él me hacía recordar el motivo de mi Si, el centro de aquella decisión y junto con ello, lo feliz que soy donando mi vida, pues recordaba aquella promesa que le hice a Dios, y cuando me aceptaron en la comunidad, fue el momento también donde había ingresado a la Universidad, me habían Regalo un computador y empecé a pololear, pero mi acompañante rezo por mí, y era claro lo que Dios quiera, lo que mi corazón también quería, y dejando todo, partí en Misión y aun con dudas, me fui, pero confiando en que Dios me ayudaría a que esto sea para siempre.

¿Cómo fue tu experiencia en el Postulantado?

Mi experiencia en el Postulantado de la Comunidad de Vida fue la de no tener nada, y depender solo de Dios, de no sentirme seguro de mí mismo, pero seguro de Dios, de no tener una de las cosas que me gustaba hacer, que era la de servir como servidor de Seminarios, y que ya no tenia, pues, solo tenía a Dios. El sentirme abandonado y solo tener a Dios, fue lo que más me atrajo, lo que más me encantaba, ya que nacía en mí, el de que querer vivir esto para siempre, el no tener nada, solo a Dios, pero así volvía a llenarme de muchas cosas, llenando el corazón, encariñándome de las cosas que hacía, de las personas y de muchas cosas, pero con el tiempo Dios me cambiaba de Misión y volvía a quedar sin nada, quedando sin seguridad nuevamente, he ahí mi felicidad, claro, dolía, pero era feliz pues tenía todo a la vez, porque es Dios quien me daba y quitaba, hoy que vivo aquí en Chile, vuelvo a sentirme con esa inseguridad de no tener, de no saber, hasta en el hablar, pues me gusta mucho de hablar (Rompe en risas mientras nos comenta que lo que más le gusta es hablar), pero Dios me quitaba todo eso para que yo pueda tenerlo solo a él y así soy Feliz.

Y ¿Cómo es que eres Feliz ante esa riqueza de saberte de no tener nada? Pues también creo que en ti existe eso de querer tener y hacer las cosas que te gustan, pues Dios también te da aquello.

Es simple, hoy soy saciado, y soy feliz, pues, vivo todo aquello que quiere Dios, claro, yo quisiera de repente hacer una cosas que estoy seguro podrían hacerme feliz, pero Dios me quiere hacer más feliz, y yo quiero hacer aquello que me hace más feliz como, despertar temprano, ir a misa todos los días, hacer aseo, aunque no me guste mucho hacer aseo (el entrevistado sonríe), vivir Laudes, la vida de Oración y formación, y mucho más, es entonces que en este día a día yo me voy realizando, pues, esto viviré para siempre, ya que Jefferson vive esto cada día, y vivirá esto a los cincuenta años igual, viviré esto para siempre, es una gran alegría para mi despertar, ver lo que me esperar, pues ningún día es igual al anterior, no es rutina, ya que, un día estoy más feliz, o estoy más triste, logro percibir los frutos, otro día no, a veces me quiero ir, pero en todo esto me voy realizando y vivo una dependencia muy grande de Dios, y aunque existe en todo hombre este deseo natural de tener familia, trabajar, en mi está el depender de Dios, desde que ingrese, quiero vivir lo que Dios quiere de mí, si es como Matrimonio, Sacerdocio, Celibato, pero lo que Dios quiere yo quiero también. Lo que me hace más feliz delante de todo es esa certeza de que Dios nunca me falto.

Y cuéntanos, antes esos días en los cuales quieres irte, o estás cansado y triste, ¿dónde encuentras la fortaleza, o la motivación para continuar?, ¿Dónde encuentras el sentido a todo eso? Para ser feliz.

Primero es una gracia de Dios, sobrenatural, segundo, cuando yo más estoy triste y me dan ganas de irme, yo me acuerdo de los rostros de los jóvenes que yo evangelice y de alguna forma participe de su conversión, me acuerdo principalmente de la experiencia de este joven que murió y del compromiso, de hacer que otros tengan esta experiencia, porque no tengo derecho de elegirme a mí mismo delante de tantas personas que Dios quiere atraer y hacer feliz.
Y cuéntanos ¿Cómo vives hoy la Misión aquí en Chile?
Primero hoy soy otro Jefferson, aquí estoy creciendo mucho en la vida de comunidad de vida, madure mucho como hombre, esto es muy distinto a mi postulantado sigue en mi la motivación de hacer la voluntad de Dios, y estando aquí en chile soy llamado a esto, porque soy llamado a contribuir en esta tierra, pues la misión es una necesidad para mí, y Dios me llama a estar aquí hoy en día y no más en Teresina (Ciudad de Brasil), aunque quería quedarme allá, pero hoy soy otra persona, no en la esencia, sino en lo que en verdad en mi debe ser cambiado, el abandono y la dependencia solo de Dios.

Como fue esta Noticia de ¿Saber que ibas a ser Transferido de Misión?

Fue muy chistoso, porque yo pensaba que me iba a quedar mucho tiempo en Teresina, yo estaba en el Reciclaje y recibí la Respuesta unos días antes de terminar, ahí me llamo la coordinadora comentándome que me iban a llamar porque tenían un discernimiento a decirme, ahí comencé a sacar conclusiones, y le decía a Dios, ¡Señor no creo¡ Tú eres muy loco, ¿Cómo? Y yo había dicho a todas las personas que me iba a quedar por mucho tiempo, que iba a morir en esa misión, pues ese es nuestro llamado buscar morir cada día en la misión, y cuando me dijeron la noticia, comencé a reír, reír mucho, pero estaba feliz a la vez, sabía que Dios me iba a cambiar de Misión para el exterior, pero nunca pensé que iba a ser tan rápido, en ese momento quede asustado y feliz, aunque claro estuve triste también por el cariño a las personas con las cuales ya compartía, pues ame tanto esta misión, crecí mucho ahí y madure como hombre, siendo padre espiritual, puse todo mi corazón en Teresina, y no tengo miedo de decir eso, pero Dios me quiere aquí y soy feliz hoy, en este día estoy amando nuevamente, para vivir esclavizado por Amor. Yo tengo a Dios y solo eso me basta, pues amo a la juventud porque Dios me dio ese Amor para por ellos y solo eso me basta, quiero amar aquí también, dejar mi vida en las calles para evangelizar, esto es una gracia nueva que Dios me viene a Dar.
Puedo decir que la Misión de Santiago es lo nuevo para mi vida, el lugar donde soy pobre y dependo de Dios, y aquí quiero vivir hasta morir, cada día quiero morir para los jóvenes Chilenos, vine a morir, si es morir de Frio moriré (Rompe en risas el entrevistado), pues es una misión distinta en climatización también, si es así, lo hare, porque mi corazón ya está aquí, salió ya de Teresina para estar aquí, porque es todo un proceso el dejar todo para poner el corazón en donde Dios quiere.

¿Qué fue lo más Loco o Chistoso que te toco vivir como Misionero?

Me pasaron muchas cosas, pero voy a contarles 2, la primera fue la de mi Postulantado, cuando una vez, en un congreso la Arquidiócesis de Fortaleza hizo el día de la juventud en la cual fueron muchos jóvenes y me invitaron para coordinar la Animación de este evento, pero nunca pensé que iba estar delante de tantos jóvenes, fue muy difícil para mí. La otra fue cuando me invitaron a dar una entrevista en un canal de TV de Fortaleza, pues me llamo la Responsable local, y me dijo que tenía que ir a dar una entrevista sobre la Castidad a este Canal, pero cuando llegue allá, me di cuenta que lo que en verdad iba a ser, era una mesa Redonda, ósea un debate, para hablar sobre Sexualidad, en la cual los participantes eran, una Psicóloga, una Protestante, una Periodista y una mujer que trabajaba con métodos anti conceptivos y yo, un joven católico, esto fue el año pasado, no entendía nada, ahí me llamaron, nos comentaron sobre cómo iba a ser el programa y el debato, este era un programa secular, y nos dijeron que la idea era llamar a cada uno de nosotros para debatir lo que piensan cada uno de los participantes desde distintos puntos de vista, y ahí me preguntaron a mí, Jefferson ¿Qué es la Castidad para ti? Como un joven con tu edad, con todas sus hormonas vive la castidad, y yo pensaba (Hay mi Jesús que hago ahora) y comencé a hablar solo lo que el Espíritu Hablaba y me acorde de una encíclica de San Juan Pablo II y comente, fue muy difícil, y la mujer que trabajaba con métodos anticonceptivos debatió mi pensar, pero fue eso lo más loco que viví como misionero.

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