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Formación: La amistad con la palabra de Dios

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palabra-de-DiosJesús me invita una vez más, a través de su palabra, a reconocer a Dios Padre en mi vida, como imagen de su fiel reflejo, a través de esta lectura podemos reconocer de que en nuestro ser, está escrito el nombre de Jesús, en nuestra imagen vive la presencia del Padre, por lo cual podemos entender, que somos el Trono de Dios, donde él quiere morar, así como lo hizo en su hijo Jesús, a pesar de nuestra pequeñez de nuestros pecados, el nos ha amado tanto que quiso habitar en nuestras vidas, haciéndonos imagen suyo, somos formado por todo lo bueno que es el Padre, con sus características de amor, misericordia y gracia. Aunque a veces somos nosotros quienes vamos cambiando esta imagen, como si fuera una pintura, lo borramos y lo rehacemos a nuestra manera, y es por nuestro pecado que poco a poco nos vamos alejando y apartando de esta imagen perfecta que es Dios, pero es a través de ese pecado que debemos reconocer a Jesús como la imagen que debemos buscar, buscar nuestro camino de santidad, estando consientes de nuestro pecado, estando consientes en que podemos caer, pero a la vez debemos refugiarnos en esta imagen que él quiere que busquemos, el no nos aparta de su gracia, al contrario nos llama a volver a ella, constantemente cada vez que pecados pasamos de esta imagen fiel y perfecta, a la criatura que fuimos antes de ser bautizados.
Es por esto, que debemos reconocer en nuestros pecados, nuestra debilidad y pedir sus fuerzas para poder volver a la imagen perfecta que él hizo en nosotros, ¿como?, ofréndanos a él, entregándonos por entero al Padre como lo hizo con el cobrador de impuestos:
“Den al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios, lo que es de Dios”
Con esto Dios nos dice, que no mezclemos lo que viene del mundo con lo que le pertenece a Dios, todos somos llamados a vivir una vida plena en él, estando consiente de nuestra condición de pecadores, de hombres y mujeres en el diario vivir. Aunque a veces caigamos entre el temor y miedo de que Dios no nos aceptara por nuestras culpas, Jesús dejo su llamado para con nosotros “Ven y sígueme”, y es plenamente por que pertenecemos al Padre, él está consciente de que somos hombres y de que debemos alimentarnos, trabajar y preocuparnos de la familia, pero no separemos esa condición, ya que aun en esos casos somos llamados por Dios, para darlo todo por entero, con un sentido en Cristo Jesús.


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