Los cristianos de los pueblos del valle del Khabur tomados como rehenes por los yihadistas del Estado Islámico (Is) continúan en manos de sus secuestradores, y su destino parece estar ligado a la evolución del equilibrio militar en la región.
“Tenemos señales – refiere a la Agencia Fides el Arzobispo Jacques Behnan Hindo, cabeza de la archieparquía sirio-católica de Hassaké-Nisibi – que el ejército está a punto de atacar la región que se encuentra al sur de Qamishli y al este de Hassaké, controlada por los yihadistas del Estado Islámico. Si la operación militar se efectuase, entonces se podría ir a liberar los pueblos del valle del Khabur desde donde huyeron los asirios y luego dirigirse a Shaddadi, que es un bastión del Daesh (acrónimo árabe utilizado para referirse al IS, ed)”.
En esta situación de incertidumbre, el Arzobispo Hindo informa que no hay noticias recientes que sean fiables sobre una posible liberación, y que cualquier indiscreción en este sentido debe revisarse cuidadosamente. “Habíamos pedido que liberasen al menos a los niños y las mujeres, pero hasta ahora no lo han hecho. El obispo asirio me ha dicho: “diré que estoy seguro de su liberación cuando los vea llegar a la puerta de la iglesia”.
Hasta ahora, han sido puestos en libertad por los yihadistas sólo 23 de los cientos de cristianos tomados como rehenes.