Noticias

La salvación es abrir el corazón al amor infinito de Dios – D. Javier en el Foro

comshalom

dom-javier-homilia

 

“La salvación no es un camino complicado, de cosas difíciles que tenemos que hacer. La salvación es abrir el corazón al amor infinito de Dios”, esta es la afirmación de D. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, durante la misa celebrada en el Fórum Shalom pasado 1 de Mayo. D. Javier también dio consejos sobre cómo hablar del amor de Dios en su primer anuncio, llamado “querigma”. “La Salvación tiene un nombre y un rostro: Jesús Cristo”, concluyó.

Sus consejos se basaron en el discurso de San Pablo narrado en los Hechos de los Apóstoles. Según el Arzobispo, el discurso de San Pablo es un perfecto ejemplo del querigma. Compruébalo:

 

 

  1. Anunciar la salvación no es un camino complicado. “Pablo dice: Hermanos, a vosotros os fue confiado el mensaje de la Salvación”. El mensaje del Evangelio es actual. A veces, para nosotros, es difícil creerlo porque no nos creemos dignos de la muerta y resurrección de Cristo. De hecho, no lo somos, pero Dios nos quiere. Él nos ama con este amor. La salvación no es un camino complicado, de cosas difíciles que tengo que hacer. La salvación es abrir el corazón al amor infinito de Dios”, afirmó el arzobispo.

 

  1. El anuncio de la salvación tiene que remitirse a Jesucristo. “Esta salvación tiene un nombre y un rostro: Jesucristo. Él viene hasta nosotros para elevarnos a Dios. Él es nuestra plenitud y salvación. El evangelio de hoy nos dice con claridad: `yo soy el camino, la verdad y la vida”, afirmó. Verdad, bien, amor, belleza sin límites, sin tiempo ni condiciones es lo que promete Jesús a quien vive en Él. El arzobispo también citó a C.S Lewis para explicar que cuando Cristo dice esto o dice la verdad o es un loco. “No hay término medio. Eso solo puede decirlo alguien que no tiene conocimiento de nada, ¿es un loco o quién? Ese pensamiento es de C.S Lewis. O se cree en el mensaje de Cristo o todo es una locura”, dijo. Asimismo, destacó que Cristo es la verdad más profunda de cada uno de nosotros. “Eres la imagen y semejanza de Dios, fuiste creado para Dios”, afirmó.

 

  1. Anunciar que el amor es la verdad. Por eso se anuncia el Evangelio, como Pablo en los Hechos de los Apóstoles: “Por eso nosotros os anunciamos este Evangelio: la promesa que Dios hace a los antepasados, Él lo cumple para nosotros, sus hijos, cuando resucitó Jesús”. Aquí San Pablo piensa en las promesas hechas al pueblo judío, como en el libro del profeta Isaías, capitulo 61, en que Dios promete quitar las vestiduras viejas de su pueblo y vestirlo con ropas nuevas. Estas promesas no fueron hechas solamente al pueblo judío, sino que están impresas en los corazones de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. “Son deseos de una vida verdadera, justa y bella. Esa dimensión del querigma es esencial. Tenemos que decir a los hombres que existe un lugar donde nuestra humanidad florece y da frutos. Y eso no es una utopía, porque la utopía existe en nuestros sueños. Jesús no es utópico, es una experiencia real de salvación”, afirma el obispo. Las naciones a las que se dirige el anuncio de amor de Dios “somos todos nosotros, son todos los hombres”, según D. Javier.

 

El Arzobispo concluyó la homilía al enfatizar que la promesa se cumple en Jesucristo, que es la propia meta que nos lleva a la meta. “Él sostiene nuestra mano, nos guía y nunca nos soltará. Nosotros podemos darle la espalda a Jesús pero Él nunca nos la dará”.

“Colocad vuestra vida llena de juventud y de deseos en las manos de Jesús. Recordar que cuando pretendemos proteger y guardar nuestra vida la perdemos”. “Al contrario, cuando damos nuestra vida a Cristo, resplandece. Es una economía diferente a la del mundo. Poner nuestra vida en el banco que es Jesús y hacer que esta entrega sea una explosión de gozo y alegría. Amén”, finalizó.

 

¡No temáis, el mundo es vuestro!

Durante la mañana de la primera jornada del Fórum Shalom, el Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, dio inicio a las predicaciones sobre la exhortación apostólica del Papa Francisco, Evangelii Gaudium. El título de su conferencia fue “Querigma, el corazón de la evangelización”, en la que dio énfasis a la importancia del testimonio cristiano.

  1. Javier comenzó contando como sucedió su primer encuentro con Cristo, cuando todavía joven, pasó a frecuentar la parroquia para practicar deporte. “Yo no buscaba a Dios, Dios me buscaba. También a nosotros cuando buscamos a Dios. Es Él quien coloca los deseos de nuestro corazón. Al ser encontrado por Cristo no perdí nada, por el contrario lo gané todo”, dijo el Arzobispo.

Citó también el evangelio de San Juan, capítulo 9, que narra la cura del ciego y el comentario de los fariseos: “Si ese hombre es pecador, no lo sé…sólo sé esto: siendo antes ciego, ahora veo”, y afirmó: “Si tenemos la experiencia de Cristo vivo y resucitado en nuestras vidas no debemos perder el tiempo discutiendo con otras ideologías”.

Según el Arzobispo, el encuentro con Cristo cambia en primer lugar el corazón, el deseo, las relaciones humanas en el matrimonio, en la familia y el trabajo de quién vive esta experiencia. El encuentro debe ser testimoniado no apenas con palabras, sino con ejemplo de vida y actitudes. La vida de Cristo es una alegría, una constante acción de gracias, que da deseo de salir en misión para anunciar a Jesús Resucitado.

Al hablar sobre su participación en el Festival Halleluya, en 2012, habló sobre una señora que se aproximó a él para pedir la bendición y agradecer la catequización hecha por los españoles en América. “Ahora vuestra “madre” ya está mayor y sois vosotros lo que debéis salir a evangelizar a aquel pueblo. ¡No tengáis miedo, el mundo es vuestro!, pidió a los participantes.

Para D. Javier, la comunicación del cristiano debe ser siempre el testimonio. “La mayoría de las personas que encontraréis tal vez no busquen a Dios, pero todos buscan una humanidad bella y verdadera. Solo Cristo hace posible esa humanidad verdadera. Jesús te dice “sí” para siempre, sin condiciones”, explicó. Continuó afirmando que los cristianos deben decir siempre sí a Dios, darle un cheque el blanco para que Él lo relleno como quiera.

Por último, D. Javier terminó pidiéndole al Señor que nos dé a cada uno la gracia de ser siempre verdadero testimonio del encuentro con Él sin olvidar el primer amor.

Al final de la predicación, el Fundador de la Comunidad Católica Shalom, Moysés Azevedo, coordinó un momento de clamor al Espíritu Santo suplicándole a Dios que condujese incondicionalmente las vidas de todos los presentes.

Emanuele Sales

Traducido del portugués por María José Aguilar


Comentarios

Aviso: Los comentarios son de responsabilidad de los autores y no representan la opinión de la Comunidad Shalom. Está prohibido dejar comentarios que violen la la ley, la moral y las buenas costumbres o violan los derechos de los demás. Los editores pueden retirar sin previo aviso los comentarios que no cumplen los criterios establecidos en este aviso o que estén fuera del tema.

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.