El encuentro, promovido por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha tenido lugar en el Vaticano con el tema “El desafío de la sinodalidad para la misión”, reuniendo a más de 200 personas provenientes de las 117 asociaciones internacionales de fieles, privadas y públicas, que han sido recibidos en audiencia por el Papa Francisco.
La jornada comenzó con la celebración de la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, presidida por el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida seguido de la audiencia con el Santo Padre en el Aula Nueva del Sínodo.
Actitudes sinodales: El pensamiento de Dios, apertura y humildad
El Papa Francisco se refirió a la sinodalidad en la audiencia como “un largo camino” en lo que se refiere a la Iglesia latina, indicando que para crecer en esta dimensión es necesario “un cambio interior”.
“Mi deseo, en efecto, es que, después de este Sínodo, la sinodalidad permanezca como un modo permanente de actuar en la Iglesia, a todos los niveles, entrando en el corazón de todos, pastores y fieles, hasta convertirse en un “estilo eclesial” compartido”, destacó el Santo Padre.
Pensar según Dios, superar toda cerrazón y cultivar la humildad fueron las tres actitudes sinodales que Francisco indicó insistiendo en el papel de los movimientos eclesiales, afirmando que “están para servir”. “ Los movimientos eclesiales son para servir a la Iglesia, no son en sí mismos un mensaje, una centralidad eclesial”, afirmó.
Asimismo, el pontífice resaltó la necesidad de la valorización de los carismas de cada uno “en perspectiva eclesial”, para dar su propia “generosa y preciosa contribución a la evangelización, a la que todos estamos llamados”.
“Un carisma crece y se desenvuelve dentro de un espíritu de sinodalidad”
Posteriormente a la audiencia con el Papa el programa de la jornada contó con dos ponencias principales impartidas por el Prof. Rafael Luciani, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela) sobre “La misión como objetivo de la sinodalidad”, y por la Dra. Elisa Lisiero, oficial del Dicasterio sobre “La sinodalidad en la experiencia de los movimientos”.
Para nuestro fundador, Moysés Azevedo, esta última conferencia fue muy “positiva”. “Una oportunidad para reconocer los dones y gracias que nos fueron dados por Dios para el bien de la Iglesia de la humanidad. La sinodalidad está bien presente desde el inicio en los movimientos y nuevas comunidades”, destacó.
Asimismo, sobre las palabras del Santo Padre a quién nuestro fundador tuvo la oportunidad de saludar personalmente, Moysés resaltó la invitación a caminar de acuerdo con Dios, “que nuestros planes estén alineados con el pensamiento y el proyecto de Dios”.
“Al final la sinodalidad es un salir de sí mismo, es escuchar: escuchar a Dios, a los otros, a los que están lejos en la humanidad. La actitud de escucha rompe totalmente con nuestros posibles esquemas, nuestras posibles centralizaciones en nosotros mismos y nos coloca en una actitud de salida para la edificación de la Iglesia y las necesidades del mundo”, afirmó.
Finalmente: cultivar la humildad. Para Moysés el hecho de que el Señor nos dé un carisma. “El hecho de ser comunidad no nos hace mejores que nadie, al contrario, nos convierte en servidores, por eso, sabiendo que todo es de Dios, la gracia recibida se transforma en responsabilidad. Para dar esa gracia a los demás hace falta hacerlo con mucha humildad. Y para ganar los corazones de la humanidad, necesitamos que nuestros corazones se parezcan al corazón manso y humilde de Jesús”.
Imágenes: Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.