En su última audiencia general del mes de mayo, el mes de María, el Papa Francisco deseó «que la Madre de Dios vele sobre el camino de todos», en especial de los novios, ayudando a todos a ser «signo de confianza y de esperanza para las familias y para el mundo».
Y evocando a la Sagrada Familia de Nazaret, el Papa rezó un Ave María con los miles de peregrinos de tantas partes del mundo, que acudieron a la Plaza de San Pedro:
«Ahora los invito a rezar a la Sagrada Familia de Nazaret: Jesús, José y María. A Rezar para que, en el noviazgo, la familia viva su camino de preparación. A rezar por los novios. Recémosle todos juntos a la Virgen un Ave María, por todos los novios, para que puedan comprender la belleza de este camino al Matrimonio».
Preparación al matrimonio, escuela de amor y de responsabilidad
Reiterando la importancia del noviazgo, como camino de preparación para unMatrimonio cristiano y no mundano, y de los cursos prematrimoniales que ofrece la Iglesia, con el anhelo de que las familias que nacen vivan afianzadas en la gracia de Cristo, en armonía y fraternidad con los necesitados, el Obispo de Roma invitó a las comunidades cristianas a rezar y acompañar a los novios:
«Queridos amigos, hoy en particular, dirijamos nuestro pensamiento a los novios y recemos por ellos, para que el periodo de preparación al matrimonio sea para ellos escuela de amor y de responsabilidad, así como de apertura a los dones espirituales con los cuales el Señor, a través de la Iglesia, enriquece el horizonte de la nueva familia que se dispone a vivir en su bendición. Rezo en especial por todos los que se preparan al matrimonio e invito a las comunidades cristianas a alentarlos y ayudarlos en el cumplimiento de su generoso proyecto».
Deseando que la visita a la Ciudad Eterna en este mes mariano ayude a todos a redescubrir el sentido cristiano de la fiesta, como momento de encuentro con Dios y de comunión con los hermanos, el Papa reiteró el modelo de ternura de la Madre de Dios:
«Queridos hermanos y hermanas, que la Virgen María, que veneramos en este mes de mayo, sea para todos ustedes maestra y ejemplo de ternura y de amor, para vivir en la unidad y en la armonía familiar ¡Que el Señor los bendiga!»
El Papa se dirigió a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, recordando a San Felipe Neri, celebrado en la víspera, en la que se dio comienzo al quinto centenario de su nacimiento:
«Que su atención al oratorio impulse en ustedes, queridos jóvenes, a testimoniar con alegría la fe en sus vidas. Que su confiada entrega a Cristo Salvador sostenga, a ustedes queridos enfermos, en los momentos de mayor desaliento. Y que su apostolado en las periferias, los invite a ustedes, queridos recién casados, a sostener a los más débiles y necesitados en sus familias».
(CdM – RV)
Fuente: radiovaticana