Jesús no se olvida nunca del día en que nos encontró por primera vez, pidamos a Dios “la gracia de la memoria” para recordarlo siempre. Es el deseo expresado por Papa Francisco en la homilía de la Misa de la mañana(24 de abril) celebrada en la Capilla de Casa Santa Marta.
Un encuentro. Es el modo elegido por Jesús para cambiar la vida de los demás. Emblemático es el que tuvo con Pablo de Tarso, el perseguidor anticristiano que cuando llega a Damasco ya se había convertido en Apóstol. Papa Francisco se detiene sobre el célebre episodio propuesto por la liturgia actual y amplía la mirada a miles de encuentros que constelan la narración de los Evangelios.
El primer encuentro
Precisamente, Francisco considera el “primer encuentro” con Jesús, el “que cambia la vida” de quien está frente a Él. Juan y Andrés que pasan con el Maestro toda la tarde. Simón, que enseguida se convierte en la “piedra” de la nueva comunidad, después la Samaritana, el leproso que vuelve a dar gracias al verse sano, la mujer enferma que se cura tocando la túnica de Cristo. Encuentros decisivos que deben animar al cristiano, afirma el Papa, a no perder nunca la memoria de su primer contacto con Jesús.
“Él nunca se olvida, pero nosotros nos olvidamos de ese encuentro con Jesús. Este sería un buen deber para hacer en casa, pensar: ‘¿Cuándo he sentido verdaderamente cerca de mí al Señor?’. ‘Cuando he sentido que debo cambiar de vida o ser mejor o perdonar a alguien?¿Cuándo he sentido que el Señor me pedía algo?¿Cuándo me he encontrado con el Señor?’. Porque nuestra fe es un encuentro con Jesús. Esta es la base de la fe: me he encontrado con Jesús como Saulo hoy”.
La memoria de cada día
Preguntémonos con sinceridad, sugiere Francisco, preguntémonos: “¿Cuándo me has dado tú algo que me ha cambiado la vida o me ha invitado a dar pasos adelante en la vida?”.
“Esta es una bella oración y os recomiendo que la hagáis todos los días. Y cuando te acuerdes, alégrate en eso, en ese recuerdo que es un recuerdo de amor. Otro bello deber sería tomar los Evangelios y ver cómo Jesús se encuentra con la gente, como elige a los apóstoles, como… hay allí muchos encuentros con Jesús. Quizás alguno de esos se parece al mío. Cada uno tiene el suyo propio”.
No olvidemos el primer amor
Y no olvidemos tampoco, concluye Papa Francisco, que Cristo entiende “la relación con nosotros” en el sentido de una predilección, una relación de amor de tú a tú”.
“Rezad y pedid la gracia de la memoria. ‘¿Cuándo, Señor, se dio ese encuentro, el primer amor?’. Para no escuchar la reprimenda que hace el Señor en el Apocalipsis: ‘Tengo esto contra ti, te has olvidado del primer amor’”.
Fuente: Aleteia