El viaje a Roma
Lo cinco obispos del Comité Permanente del Episcopado de Chile, a nuestra llegada a Roma, fuimos amablemente recibidos por el señor embajador de Chile ante la Santa Sede, don Fernando Zegers Santa Cruz. Un viaje largo y cansador que nos llevaría al encuentro con el Papa Francisco. Durante el viaje recordé la misión que Jesús confiara al Apóstol Pedro: “Confirma a tus hermanos”, es decir la tarea de sostener a los demás apóstoles en la confesión de la fe y en el ejercicio de su ministerio pastoral. Recordé también la praxis constante de los apóstoles y de sus sucesores de “ir a Pedro”, para confrontar con él el camino evangélico que anunciaban en las diversas culturas de los pueblos adonde el Espíritu del Señor los había conducidos. Desde Chile, un grupo de Sucesores de los Apóstoles, llegaban a la Sede del Sucesor de Pedro para dialogar con él acerca de la Iglesia católica chilena.
La audiencia con el Papa Francisco
El viernes 7 de febrero, se abrió con la concelebración de la Eucaristía y a las 10.30 fuimos recibidos por el Papa Francisco, en el Palacio Apostólico del Vaticano. Un abrazo fraterno, recuerdos personales de los obispos presentes, y una foto oficial, marcó el inicio del diálogo que duró algo más de una hora.
Con confianza fraterna pudieron expresar al Santo Padre su gratitud por el privilegio de un encuentro tan deseado por los Obispos de Chile, y le pudimos contar de nuestro caminar eclesial, de nuestros gozos y esperanzas y también de nuestras penas y dolores.
Le fueron presentados todos los temas y, sobre cada uno de ellos, recibimos luces y orientaciones preciosas. Pasada la media hora, el Prefecto de la Casa Pontificia, tocó a la puerta para indicar que el tiempo se había agotado, sin embargo, el Santo Padre siguió el diálogo con nosotros por más de media hora, dejando esperando un nutrido grupo de obispos de Polonia en “Visita ad Limina”. El Papa nos dio todo el tiempo y nos manifestó una enorme cercanía. De verdad nos “confirmó en la fe”, a la vez que envió su bendición apostólica para todos y todas los miembros de la Iglesia que peregrina en Chile. A la salida, los obispos polacos nos miraban atentamente como pidiendo alguna explicación. La respuesta era una sola: la benevolencia de Papa Francisco, quien nos aseguró su deseo de visitarnos.
Visitas a los dicasterios de la Curia Romana
Después de la visita al Santo Padre, fuimos recibidos por la Congregación para los Obispos. Nos recibió el Cardenal Prefecto y con él dialogamos sobre nuestra Conferencia Episcopal y los desafíos que enfrentamos en la hora presente. Aquí también encontramos escucha y orientaciones de gran valor.
El sábado por la mañana fue marcado por dos importantes encuentros: con la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Congregación para el Clero. En ambas Congregaciones fuimos recibidos por las máximas autoridades, acompañadas por sus más estrechos colaboradores. Ningún tema quedó debajo de la mesa, y puedo decir que hemos recibido apoyo y estímulo para seguir adelante en nuestro caminar.
Peregrinación a los santuarios del Padre Pío a San Giovanni Rotondo y de San Miguel Arcángel
Debido a la bondad del Monasterio de las Clarisas Capuchinas de la Resurrección, cuya Priora es una monja chilena, acompañada por otras tres hermanas del Monasterio de Pucón, pudimos realizar una peregrinación que nos llevó a San Giovanni Rotodo, donde el padre Pío de Pietracina, vivió su vida gastada enteramente en ser testigo de la misericordia de Dios y en una obra extraordinaria de servicio a los enfermos. El sábado por la noche, acogidos por el Guardián del Convento de la Ornen Franciscana Capuchina, pudimos visitar los lugares donde vivió y murió el padre Pío y concelebrar una íntima Eucaristía en la hermosísima capilla donde se veneran sus despojos mortales.
El domingo por la mañana celebramos la Misa Conventual de las Religiosas Clarisas y a las 12.00 horas celebramos en uno de los Santuarios más antiguos de la Europa cristiana (siglo V), el Santuario de San Miguel Arcángel sobre el Gargano, lugar de tránsito de miles y miles de peregrinos que de Roma, iban a Jerusalén.
Fueron 24 hora de intensa espiritualidad y oración, especialmente por la Iglesia chilena y por nuestra Patria.
Acabamos de llegar a Roma, cansados, pero inmensamente felices.
Este lunes nos espera otra jornada de emociones y de trabajo, la que comenzará a las 7.00, concelebrando la Santa Misa con el Papa Francisco, en la casa Santa Marta, y continuando después, en la audiencia con el Secretario de Estado, Monseñor Pietro Parolín.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago