La Comunidad Católica Shalom cumplió 36 años el 9 de julio. En todos estos años, Dios ha hecho un Nuevo Trabajo en la vida de tantas personas a través del carisma Shalom. Hay muchas historias de jóvenes que han sido rescatados de una vida sin sentido a una vida de felicidad a través de la nueva relación con Jesús, que fue posible gracias a la espiritualidad de la Comunidad Shalom. Como señales de las maravillas de Dios, tres niñas nos cuentan lo que han experimentado a través de esta fascinante vocación.
¡Tengo tantas razones para amar a la Comunidad Católica Shalom! La comunidad me hace sentir el amor de Dios, siempre rezo para que pueda ver, sentir y escuchar a Dios, y puedo hacer eso a través del Carisma Shalom.
La comunidad me ha enseñado cómo rezar, cómo apreciar y amar a Aquel que entregó su propio trono por mí, el que pasó por la cruz, y me amó incondicionalmente, sin ninguna exigencia o defecto.
Shalom me ha enseñado a confiar en Dios y su providencia, y en amar a Cristo en la Eucaristía. Sobre todo, Shalom me ha enseñado a amar.
Gabriela Gois, 21 años, ShalominLondon
En medio de tanto sufrimiento y caos entre los jóvenes de hoy, Shalom es una vocación fascinante donde he encontrado la paz.
Amo a Shalom porque a través de esta hermosa comunidad que transmite tantos valores que el mundo clama, Dios ha elegido tocar mi corazón y hacerme susceptible a vivir una vida de santidad que todos estamos llamados a vivir.
Con la Comunidad Shalom aprendo todos los días lo que significa ser una amada hija de Dios, ayudando con las Obras de la Iglesia y las Obras de Dios, a favor de la salvación de la juventud.
Ser parte de la familia Shalom me ha ayudado a dejar las cosas mundanas y vivir una vida no solo para mí sino también para los demás. Estoy increíblemente agradecido con el Señor que ha hecho todas las cosas en mí, a través de la Comunidad Shalom.
Ellen, 15 años, ShalominToronto
A través de Shalom, me he encontrado con Jesús de una nueva manera. Estoy aprendiendo una nueva forma de rezar y una nueva forma de vivir la vida misionera. Estoy encontrando a Jesús entre las “ollas y sartenes” de mi vida diaria: mi trabajo, mi tiempo con mi familia y amigos, y todas las cosas que pensé que eran ordinarias y poco interesantes. En el exterior, todo puede parecer igual, pero para mí todo se vuelve nuevo porque Dios está “resucitando” cada parte de mi vida, y Él me está transformando en el proceso.
Estoy aprendiendo que hay muchas maneras diferentes de vivir una vida misionera y vivir el carisma Shalom. A través de la espiritualidad Shalom, estoy descubriendo la forma en que Dios ha elegido que yo le ofrezca mi vida a Él y que viva como misionero.
Danielle Lapointe, 26 años, ShalominBoston