¡No nos dejemos robar la esperanza! Recordando las palabras del Papa Jorge Mario Bergoglio, el Presidente del
Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Fisichella añadió que “es un lenguaje claro, inmediato, sin retórica ni subterfugios, el que escuchamos en esta Exhortación Apostólica”. La primera Exhortación apostólica del Papa Bergoglio es un documento programático y exhortativo, cuya centralidad es la misionariedad sin fronteras, con carácter universal, destacó el Secretario General del Sínodo de los Obispos. Y el Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, puso de relieve que su lenguaje sereno, cordial, directo, como viene haciendo desde el comienzo de su pontificado, alienta a “expresar las verdades de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad».
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”. Así empieza la Exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, en la que el Papa Francisco recoge la riqueza de los trabajos del Sínodo dedicado a “La nueva evangelización para la transmisión de la fe” celebrado del 7 al 28 de octubre de 2012. “Quiero dirigirme a los fieles cristianos –escribe Francisco – para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años” (1). Se trata de un fuerte llamamiento a todos los bautizados para que, con fervor y dinamismo nuevos, lleven a los otros el amor de Jesús en un “estado permanente de misión”, (25) venciendo “el gran riesgo del mundo actual”: el de caer en “una tristeza individualista”.(2)
En la presentación de la primera Exhortación Apostólica del Papa Bergoglio – que tuvo lugar en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, este martes a las once y media de la mañana – intervinieron Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización; Mons. Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos; y Mons. Claudio Maria Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.
“¡No nos dejemos robar la alegría de la evangelización!” (83). Mons. Fisichella recordó estas palabras del Papa Francisco y añadió que “es un lenguaje claro, inmediato, sin retórica ni subterfugios, el que escuchamos en esta Exhortación Apostólica. El Papa Francisco va al núcleo de los problemas que vive el hombre de hoy y que, de parte de la Iglesia, exigen mucho más que una simple presencia. A ella se la pide una diligente acción programática y una renovada praxis pastoral que manifieste su compromiso por la nueva evangelización. El Evangelio debe llegar a todos, sin ningún tipo de exclusión. Algunos, sin embargo, son privilegiados. Para evitar equívocos, el Papa Francisco presenta en su orientación: “No tanto los amigos y los vecinos ricos, sino especialmente los pobres, los enfermos, aquellos que con frecuencia son despreciados y olvidados¼ no deben quedar dudas ni subsistir explicaciones que debiliten este mensaje tan claro” (48).En lo que respecta a la dimensión comunicativa del Papa Francisco, la Exhortación Apostólica – señaló el Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales – sigue su estilo y lenguaje coloquial, con su característica profundidad pastoral. Su lenguaje sereno, cordial, directo, como viene haciendo desde el comienzo de su pontificado, alienta a “expresar las verdades de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad», como escribe el mismo Santo Padre, que señala también que “es deseable que cada Iglesia particular aliente el uso de las artes en su tarea evangelizadora, en continuidad con la riqueza del pasado, pero también en la vastedad de sus múltiples expresiones actuales, en orden a transmitir la fe en un nuevo ‘ lenguaje parabólico ‘. “
Mons. Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos, hizo hincapié en la dimensión sinodal, de la primera Exhortación Apostólica del Papa Bergoglio, destacando que el Obispo de Roma ha reelaborado de forma personal las proposiciones de los Padre sinodales y ha escrito un documento programático y exhortativo, cuya centralidad es la misionariedad sin fronteras, con carácter universal. El Santo Padre escribe la palabra ‘alegría’ 59 veces, en esta Exhortación Apostólica, que cita 27 veces las proposiciones sinodales. El Secretario General del Sínodo de los Obispos, puso de relieve la invitación del Papa a ir a las periferias existenciales, su vivencia personal como Arzobispo de Buenos Aires y en la redacción del Documento de Aparecida. Experiencia pastoral, que se enriquece con la piedad popular, que en América Latina y el Caribe, los obispos denominan también “mística popular”.
Entre los puntos citados por Mons. Baldisseri también la urgencia mundial de la dimensión social de la Evangelización, que destaca el Papa Francisco y a la que dedica una parte consistente de su documento, en el que leemos textualmente: “A continuación procuraré concentrarme en dos grandes cuestiones que me parecen fundamentales en este momento de la historia. Las desarrollaré con bastante amplitud porque considero que determinarán el futuro de la humanidad. Se trata, en primer lugar, de la inclusión social de los pobres y, luego, de la paz y el diálogo social”.