Noticias

Santa Teresa del Niño Jesús (Lisieux)

comshalom

La vida de Santa Teresa de Lisieux, o Santa Teresa del Niño Jesús, su nombre de religiosa y como el pueblo cariñosamente la prefiere llamar, marca en la historia de la Iglesia una nueva forma de entregarse a la religiosidad. En lugar del miedo al “Dios duro y vengador”, ella coloca el amor puro y total por Jesús como un fin en sí mismo para toda la eternidad. Un amor puro, infantil y total, como dejaría constancia en los libros “Infancia espiritual” e “Historia de un alma”, editados a partir de sus escritos. Su vida fue breve, pero plena de dedicación y entrega.

Murió virgen como María, la Madre que veneraba, y joven como el amor que experimentaba por Jesús, por pura acción del Espíritu Santo. Teresa nació en Alençon, Francia, el 2 de enero de 1873. Fue bautizada con el nombre de María Francisca Martin y desde entonces destinada al servicio religioso al igual que sus cuatro hermanas. Los padres, cuando eran jóvenes, soñaban con servir a Dios. Circunstancias especiales se lo impidieron y la madre prometió al Señor que cumpliría su papel de progenitora en la tierra pero que sus hijas trillarían el camino de la fe. Así fue con entusiasmada aceptación por Teresa desde su juventud.  

Siendo la pequeña, vio a todas sus hermanas consagrarse a Dios una a una hasta llegar su momento. La voluntad de seguirlas era tan grande que no quiso esperar a la edad correcta. A los quince años consiguió permiso para entrar en el Carmelo, en Lisieux, concedido especial y personalmente por el Papa León XIII. Ella misma escribió que para servir a Jesús, deseaba ser caballero de cruzadas, padre, apóstol, evangelista, mártir…pero al percibir que el amor supremo era la fuente de todas esas misiones, depositó en él su vida. Su obra no fructificó por su acción evangelizadora o actividad caritativa, sino en la oración, sacrificios, pruebas, penitencias, santificando su día a día como carmelita.

Esa vivencia fue recogida siendo después editada y perpetuándose como libro de referencia de religiosos, laicos, teólogos, filósofos y pensadores del siglo XX. Teresa estuvo enferma en los últimos años de su vida con una terrible tuberculosis que, sin embargo, no pudo más que su paciencia con los designios del divino. Murió el 1 de Octubre de 1897, con 24 años, después de prometer una lluvia de rosas sobre la tierra cuando expirase. Esa lluvia todavía cae sobre nosotros, en forma de una cantidad incalculable de gracias y milagros alcanzados a través de su intervención a favor de sus devotos.

Teresa de Lisieux fue beatificada en 1923 y canonizada en 1925 por el Papa Pío XI. Ella, que durante toda su vida tuvo un gran deseo de evangelizar y ofreció su vida a la causa misionera, fue aclamada, dos años después, por el mismo pontífice, como “patrona especial de todos los misioneras, hombres y mujeres, y de las misiones existentes en todo el universo, teniendo el mismo título que San Francisco Javier”. Esta “gran santa de los tiempos modernos” fue proclamada doctora de la Iglesia por el Papa Juan Pablo II en 1997.


Comentarios

Aviso: Los comentarios son de responsabilidad de los autores y no representan la opinión de la Comunidad Shalom. Está prohibido dejar comentarios que violen la la ley, la moral y las buenas costumbres o violan los derechos de los demás. Los editores pueden retirar sin previo aviso los comentarios que no cumplen los criterios establecidos en este aviso o que estén fuera del tema.

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.