La espera de Pentecostés: Es tiempo de abrazar la misión cotidiana
El cumplimiento amoroso de nuestros deberes es el anuncio diario más eficaz que podemos dar para la humanidad que anhela el rostro de Cristo Resucitado.
500 años celebrando la misericordia y el amor de Dios
Este año marca el 500 aniversario del cristianismo en Filipinas. El catolicismo llegó con el explorador portugués Fernando de Magallanes en 1521.
Un pueblo enviado a anunciar el Evangelio en tierras cubanas
En esta época de pandemia, los misioneros que irán a la fundación de Santiago de Cuba viven una larga espera hasta llegar a la isla de Cuba.
Hace más de una década, La Escuela de Líderes Shalom, ha brindado una sólida formación a los católicos que desean expandir el horizonte misionero
El evento ya formó líderes católicos en diferentes partes de Brasil y este año también capacitará en América Latina.
La Comunidad Shalom gana 3 nuevos diáconos y 3 nuevos sacerdotes
La ordenación en medio de la pandemia marca un nuevo tiempo en la vida de la Iglesia: Dios sigue creando nuevas vocaciones para su pueblo.
Padre Rafael: La pasión por la Eucaristía me hizo desear el sacerdocio
Como sacerdote, deseo llevar el propio Cristo para todos los pueblos y naciones. ¡Seré sacerdote para la humanidad!
América Latina unida por el Espiritu Santo: Grupo de Oración Online en Español
La experiencia con el amor infinito de Dios es la respuesta a los jóvenes que buscan la felicidad.
“Alive in Christ”: todos los miembros del Grupo de Oración Shalom Online han llegado a ser muy queridos para mi
"Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los cuales ha llamado conforme a su designio". (Romanos 8, 28)
Shalom participa de 3 eventos promovidos por la Santa Sede
Del encuentro promovido por el Dicasterio para los laicos, familia y vida, cinco misioneros integran la lista de invitados
El virus de la avaricia, es la búsqueda desenfrenada de las cosas de este mundo
La avaricia significa, la búsqueda excesiva de los bienes terrenales, la posesión de ellos por el mero placer de poseerlos y los excesos innecesarios, que obligan al hombre a ponerles afecto y volver a su vida para obtenerlos, en detrimento de otros bienes que por naturaleza son superiores.