A través de un proceso formativo integral, el Espacio de Paz tiene como misión ser un instrumento para la promoción de una cultura de Paz y también ser un lugar para educar a niños y jóvenes en lugares de alta vulnerabilidad social debido a la pobreza.
El proyecto social promovido por la Comunidad Shalom está dirigido a niños y jóvenes de 6 a 18 años. Las actividades pedagógicas se realizan con un equipo multidisciplinar compuesto por profesores, voluntarios y misioneros. La oferta formativa cuenta con el estudio de lenguas extranjeras, refuerzo escolar, enseñanza a través de parábolas e historias de superación, testimonios, dinámicas de grupo, puestas en común, talleres creativo-literarios.
Para los adolescentes y jóvenes también hay cursos básicos de informática, cursos preparatorios de Enem, así como clases de robótica, estética, técnicas agrícolas y de pesca, además de actividades de cualificación profesional y talleres de manualidades, costura y cocina. También se realizan actividades para las familias de los jóvenes atendidos.
Oasis de la Misericordia – Espacio de Paz Chaves
Inaugurado en el año 2022, el Espacio de Paz de Chaves está situado en el Bairro Flor do Campo. Hace 27 años que la Comunidad Católica Shalom está presente en las tierras de Marajoaras, pero con la implantación del Espacio, las actividades han cobrado un nuevo impulso. Dilma França, misionera que vive en Chaves desde hace casi 13 años, afirma que la Misión es apasionante. “El Espacio de Paz es un sueño desde hace más de diez años y se ha hecho realidad. Cuando tocamos el tema, es imposible no implicarse, no emocionarse, no llenar el corazón de alegría y sobre todo de gratitud a Dios y de gratitud a todos los hermanos y hermanas de la Comunidad y también a los de fuera que directa o indirectamente contribuyeron a que este sueño se hiciera realidad”.
Breno Teles, uno de los jóvenes atendidos por la Escuela, testimonió, en una carta abierta dirigida a los educadores, su gratitud y los frutos de su camino educativo. Estos educadores, que nos enseñaron valores muy superiores a los que el mundo podría enseñarnos, valores como la humildad, el respeto mutuo y tantos otros. Nos enseñaron que somos una familia, que en todo podemos contar los unos con los otros. Sobre todo nos enseñaron que podemos ver a Dios en todo, ya sea en el deporte, a través del cuidado y bienestar del otro, porque el cuerpo del otro también es templo del Espíritu Santo, o incluso en las lecciones de Educación Ambiental donde aprendimos que Dios creó todo y nos dejó a nosotros cuidarlo de la mejor manera.
La convicción que anima el funcionamiento y desarrollo de los Espacios de Paz es que la Paz es una experiencia difusa: habiendo sido tocada, surge el deseo, entonces, de comunicarla y, consecuentemente, comienza la construcción de un mundo de Paz.