Testimonio Shalom – Alan Nogueira

Llegué a Chile en enero del año pasado. Me puse muy contento cuando supe que iba a venir, por tratarse de una misión que trabaja especialmente con los jóvenes universitarios. El trabajo con los jóvenes ha sido lo que más me ha motivado a ofrendar mi vida en esta misión.
En Chile, he experimentado concretamente la gracia de la primacía por los jóvenes que es parte de nuestra vocación, pues nuestro contacto con los universitarios es muy intenso. Somos parte de la pastoral universitaria y también salimos a evangelizar a las calles de nuestro sector. Al comienzo me costaba mucho, pero ahora todo tiene sentido y Dios ha hecho maravillas en mi vida por la gracia de salir de mí mismo.
También he vivido cosas fantásticas en las misiones de la Universidad Católica, con actividades de voluntariado y de evangelización. De esa forma también pude conocer mejor cómo los chilenos lidian con las cosas de Dios y la forma de alcanzar a ese pueblo que el Señor me ha confiado. Recuerdo la experiencia de haber misionado con los jóvenes en Curalilahue: la alegría, el entusiasmo, la simplicidad con que se entregaban y contagiaban a quienes estuvimos acompañando. Sin duda, ha marcado mi paso por Chile.
También en ese tiempo en que he estado en misión, he madurado mucho, por medio de ese pueblo que Dios me ha confiado y también por las innumerables situaciones en las que realmente tuve que salir de mí mismo por amor al otro y a los planes de Dios para mi vida. Esta madurez no solo humana, sino también espiritual y vocacional, me ha permitido vivir de una forma más profunda la pobreza, la castidad y la obediencia.
La vida comunitaria ha sido una gran gracia porque a través de los hermanos pude conocerme mejor y también contemplar mi vida que es convertida y alcanzada por su ofrenda de vida. Con ellos aprendí a amar más y eso generó frutos eternos que han cambiado mi vida. Realmente puedo decir que vivo con personas que me llevan a la santidad. Espero que en este tiempo que todavía me queda en esta maravillosa tierra de misión, pueda contribuir aún más para que los jóvenes que todavía no conocen a Dios puedan tener una experiencia concreta con Su amor, esa experiencia que cambió mi vida y que me hizo más feliz, que me hizo reconocer que los planes de Dios en mi vida son concretos y que Su amor hacia nosotros es grandioso.