El Don de Cura fue uno de los dones plenamente vividos por Jesús durante su ministerio terreno. Ese don, que fue tan abundante en Jesús, en su vida, en su misión y en la revelación de su identidad divina, es uno de los Carismas del Espíritu Santo que recibimos en el Bautismo. Este debe ser manifestado en nuestra vida y misión, confirmando con claras señales en nuestro testimonio y oración.
Para que el Don de Cura se manifieste, basta que haya un enfermo y un hermano lleno de compasión que ore para que él sea curado. Todos poseen el Don de Cura, el problema es que no todos lo fortalecen, tramite un llamado constante al Espíritu Santo y por el ejercicio de la oración por los enfermos. El hecho es que cuanto más nos ponemos al servicio más permitimos que los carismas se muestren.
El Don de Cura se manifiesta de tres formas
Teniendo por base las tres dimensiones del hombre – cuerpo, alma y espíritu (I Ts 5,23) -, comprendemos que este mismo hombre puede verse afectado por enfermedades en cada una de ellas. Existen males físicos, interiores (del alma) y espirituales.
Si nos vemos tocados en nuestros cuerpos por cualquier enfermedad, necesitamos de una cura física. Si esa nos aborda en alguna área de nuestra alma, necesitamos de oración para cura nuestro interior. Si esa enfermedad viene a nuestro espíritu, contaminándonos con falsas doctrinas y alejándonos – gracias a esa – de la salvación, precisamos de una oración para cura espiritual (oración de liberación).
Oración para cura física
Rezar para cura física supone solicitar el poder del amor misericordioso de Dios para que venga y actué sobre todos los tipos de enfermedades, desde un simple dolor de cabeza hasta una cura del cáncer y del VIH (SIDA). Debemos orar en nombre de Jesús, tomando por base el pasaje de Is 53, 1-6. Dios cura por los méritos de Cristo y no porque sabemos orar, o porque hemos tenido alguna experiencia con él, ni tanto menos porque ya seamos santos.
Existen algunas consideraciones simples que son parte de la oración para la cura física: conocer la causa de la enfermedad o el diagnóstico médico; la imposición de las manos; el abrirse a la intercesión de los Carismas del Espíritu Santo; Oración en nombre de la autoridad (en nombre de Jesús).
Oración para la cura interior
En lo que respecta a la cura interior, se habla del dolor que hay en el corazón, marcado por el pecado, por el sufrimiento, por el miedo, por las heridas de la vida. Los estudios de la medicina comprueban que un gran número de dolencias físicas tienen su origen en componentes emocionales. Orar por la cura interior implica quitar del camino aquellos componentes emocionales que son prejudiciales, a fin de que quien recibe la oración sea liberado, tramite la acción del Espíritu Santo. Todo para que se dedique, de la mejor forma posible, al servicio de Dios.
Los psicólogos confrontan la mente humana a la imagen de un ‘iceberg’, en donde lo que aparece “flotando” en la superficie del agua es un 10% de la situación total, y el 90% restante está inmersa, escondida, bajo el agua. En esta línea de comparación, focalizándonos ahora en la mente, la parte externa viene a ser la parte consciente – que, en cuanto informada, conoce el manifestarse de los impulsos, que lograría dominar –; y la zona sumergida viene a ser la parte inconsciente, que actúa ignorando el porqué.
Es en la parte inconsciente que se almacenan las memorias más recónditas. Es allí donde podemos encontrar el origen (en muchos casos ignoto, por ello no-informado) de nuestros traumas, de los miedos, de los sentimientos reprimidos, etc. Jesús, de hecho, vino para curar aquellos corazones que sufren y los recuerdos dolorosos, en especial.
Oración para la cura espiritual
Dicha también como ‘oración de liberación’, ésta es un proceso de oraciones en nombre de Cristo, que libera las personas que se encuentras cautivas en su interior, porque oprimidas por espíritus malignos. Para disponernos a orar por la liberación basta que conozcamos el problema de la persona afligida, estando al tanto del cómo y por qué ella se encuentra en aquel estado. Teniendo cuenta de lo anterior, y siempre en nombre de Cristo, se ordena que toda fuerza maligna se retire de la vida de la persona, obedeciendo al nombre de Jesús. Así ella quedará libre para servirlo y alabarlo.
Nuestra colaboración es esencial
Los Carismas del Espírito, concedidos a todos por ocasión del Bautismo e intensificados en la confirmación, también son llamados de dones del Espírito Santo. Él nos capacita con estos dones para que sirvamos a la Iglesia de Cristo, a través de los hermanos(as). Los carismas son, por tanto, dones de poder para el servicio de la comunidad cristiana.
Algunas condiciones para recibir y perseverar en la vida carismática: Simplicidad y pureza de corazón; perseverancia en la meditación de la Palabra de Dios; Vida de Oración; Deseo de servir a los hermanos como Jesús (Lc. 22, 27); Constancia a la recepción de los dones espirituales (siempre abiertos para ser los canales de la acción de poder del Espírito en nosotros).
Nuestra colaboración es esencial. Dios no nos quiere como robots, actuando independiente, sin cooperar o de forma mecánica. Él respeta nuestra libertad y consentimiento. Si creemos, si asentimos a lo que el Señor quiere realizar en nosotros. María Santísima es el modelo de total apertura: “Hágase en mí, según Tu palabra” (Lc. 1, 38).
Traducción: Manuel Quezada
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Bibliografía Consultada
Bíblia Ave-Maria
Estudo Bíblico Enchei-vos
Carismas – Coleção Paulo Apóstolo
O despertar dos Carismas
Catecismo da Igreja Católica
Christisfidelis Laice
Como usar los carismas – Benigno Juanes
Lumen Gentium
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Dones del Espíritu Santo: El don de ciencia
Dones del Espíritu Santo: El don de lenguas
Dones del Espíritu Santo: El don del discernimiento
Dones del Espíritu Santo: Don de sabiduría
Dones del Espíritu Santo: Don de profecía
Dons do Espírito Santo: Dom do discernimento
Hola buen día como están hermanos Dios los bendiga fui bautizado por el espíritu Santo y vivo con el día a día y por la gracia y gloria del señor he recibo el don de sanidad por medio de imposición de manos y repetición o gruñidos interminables hasta sanar por mi parte! Mi pastor me recomendó que no lo haga pero oro y soy consciente de que soy un instrumento del él!!! Que me llena de su gozo y paz al orar a sus pies quisiera saber si hay alguien más que le sucede lo mismo y si estoy en el camino correcto creo que me lo estoy respondiendo solo si Dios me ha llamado de que dudo??? Bendiciones
Busca en tu ciudad una iglesia que tenga grupo carismático, ellos te ayudarán a entender ese carisma que Dios puso en ti para ayudar a quien lo necesite a través de él y para él, para su servicio. Gloria a Dios por ti