En este tiempo de 40 años de alegrías, celebraciones, encuentros, novedades y experiencias, el tema elegido para la Convención Shalom es “Shalom, Amigos de Dios, Amigos de los Pobres y Amigos de los Jóvenes”. Este año el evento reunió a casi 1500 personas de la Comunidad Shalom, entre consagrados, invitados especiales, postulantes y discípulos, que también representaban a todos los demás miembros que, por alguna razón, no pudieron estar presentes en Roma, pero acompañaron los momentos de la convención por internet.
En la Revista Escucha 2021, uno de los temas tratados fue la comunión de generaciones: “Debemos transmitir esto [la imagen del Esposo Eucarístico] a las generaciones futuras, haciéndoles ver que es importante perseverar y construir esta obra, estar en esta procesión, pero con la fuerza de nuestras propias manos y nuestras propias capacidades es imposible. La única manera de estar en esa procesión y perseverar en el curso del tiempo y de la historia es cultivar una profunda confianza en la Providencia de Dios”.
La alegría del encuentro
A lo largo de estos 40 años, han pasado muchas historias, varias generaciones han sido alcanzadas. Messias Albano, uno de los primeros consagrados de la Comunidad ha estado desde la fundación de la Vocación y ha participado en todas las Convenciones Shalom, a lo largo de estos días ha compartido con nosotros la alegría que supone estar en otra edición de esta gran celebración en Roma.
Este feliz encuentro promueve la unión de generaciones, jóvenes, personas mayores, parejas, que se reúnen a los pies de Pedro, en una experiencia donde uno aprende con el otro: unos con más experiencias de vida y otros más jóvenes que van aprendiendo -sea en el Carisma, sea en la edad- enseñando y difundiendo esta nueva obra de Dios.
“He visto nacer la Comunidad, me siento muy feliz, ver crecer la Comunidad aumenta aún más en mí el amor por la Vocación“. Para Messias, de 57 años, el ser parte de esta familia por 40 años en la Comunidad de Vida, lo hace sentir joven pues convive constantemente con los propios jóvenes, y al convivir con ellos renueva su llamado en el Carisma.
Para el consagrado, seguir la evolución natural a lo largo de estos 40 años despierta en él el deseo de ofrecer y amar aún más la Vocación. “Vivimos en la era digital. Cuando entré, nunca hubiera imaginado que un día tendríamos un programa de televisión, radio, portal, y mucho menos que un día habría una Convención donde se transmitiría todo al mundo entero, y así poder vivir todo juntos como Comunidad Shalom, para poder ver y tocar todo lo que Dios ha hecho y está haciendo con nosotros“, concluye.
Aprender y enseñar
Emanuell Barroso entró en el postulantado de la Comunidad de Vida hace un mes y por providencia divina pudo estar en la Convención Shalom 40 años como peregrino y también al servicio del equipo de comunicación. El joven de 25 años, comparte su felicidad por estar en su primera Convención y por reencontrarse con algunos hermanos de la Comunidad. “Creo que este intercambio de experiencias entre las generaciones dentro de la Comunidad es muy importante, los más jóvenes y los inexpertos en nuestra vocación aprendemos mucho cuando tenemos la oportunidad de vivirla al máximo“, afirma el postulante.
El joven, aún teniendo tan poco tiempo en la Comunidad ha podido unirse a esta gran celebración y dice “tener la oportunidad de estar en este momento de renovación de nuestra ofrenda de vida con el Papa es una experiencia inexplicable, me siento agraciado, creo que es un gran regalo que Dios me ha hecho en mi primer mes de postulantado, estar ya aquí renovando este ofrecimiento de vida con nuestro fundador y con los primeros consagrados cobra un nuevo sentido ahora que soy postulante“.
No es turismo, es una peregrinación
Y de hecho, este viaje no es mero turismo, sino una peregrinación de misioneros. Como subraya Moysés Azevedo, esta peregrinación indica la procesión hacia la santidad. “Recorro los lugares sagrados e importantes de la Iglesia, aquí en Roma, en el corazón de la Iglesia y todo esto me recuerda nuestra peregrinación hacia lo eterno“, dice Emanuell, y Messias añade: “para mí es una peregrinación, porque todos salimos juntos de casa en una gran procesión y elegimos este lugar divino para peregrinar, debo siempre agradecer por formar parte de esta procesión, donde Dios nos acerca Él“.