“Él camina con nosotros” (c.f. Lc 24) fue el tema del Encuentro de los jóvenes diocesanos que tuvo lugar en Moclín y Tózar el pasado sábado, 8 de febrero.
La Delegación de Juventud de granada (DELEJU) organiza estos encuentros para ayudar a los jóvenes a vivir una renovada experiencia de su bautismo y motivarles a que sigan perseverantes en el seguimiento de Jesucristo.
La jornada comenzó a las 10h30 en el Santuario del Cristo del Paño con una chocolatada como acogida por parte de la parroquia. Enseguida hubo la oración inicial, conducida por la Comunidad Fe y Vida. Entre cantos de animación y alabanza, la Comunidad preparaba a los jóvenes para la camiñada con Jesús.
El día estaba nublado y amenazaba con llover, pero los 220 jóvenes empezaron el camino desde Moclín hacia Tózar. Dando testimonio de que cuando Jesús camina con nosotros pasa lo mismo que con los discípulos de Emaús: los corazones arden en la presencia del Señor.
“Ha sido muy favorable, una sorpresa. Por la complicación del momento de los exámenes de los chavales podría ser poco numeroso. me gustó mucho el encuentro, la ayuda de los curas, la armonía de todos que han compartido. Viví con intensidad los dos momentos más importantes: la oración y la Eucaristía. Todo el camino ha sido propicio para el estrechamiento de los chavales y las personas que han convivido. Muy perfecto.” (D. Francisco Mingorance, delegado de la Pastoral de Juventud de Granada).
En Tózar compartieron sus bocadillos y siguieron para la Iglesia de San José, donde participaron de otro momento de reflexión con canto y baile, conducido por la Comunidad Católica Shalom. “Fue una sorpresa ver el entusiasmo y el ánimo de los jóvenes después de una larga camiñada y percibir que la novedad del Carisma Shalom atrae a los jóvenes y que también ellos están dispuestos a descubrir nuevas maneras de hablar con Dios”, es lo que dice Luzineia Santos, misionera de la Comunidad Shalom en Granada.
El encuentro terminó con la Eucaristía presidida por D. Eduardo García López, vicario territorial II. Él invitó a los jóvenes a que, en medio de un un mundo tan oscuro y sin sabor, fuesen la luz que brilla y la sal que sala.