En la tarde del martes 18 de febrero, la Santa Sede compartió más detalles sobre el estado de salud del Papa Francisco. Según el boletín, se informaba de que el Papa padecía una neumonía bilateral y requería tratamiento adicional.
“La tomografía computarizada de tórax a la que se ha sometido el Santo Padre esta tarde, prescrita por el equipo sanitario vaticano y el equipo médico de la Fundación Policlínica ‘A. Gemelli’ mostró la aparición de neumonía bilateral que requirió terapia farmacológica adicional”.
La Santa Sede anunció el lunes 17 de febrero que a Francisco se le había diagnosticado una infección polimicrobiana de las vías respiratorias.
El Santo Padre se encuentra ingresado en el Hospital Gemelli de Roma desde el viernes 14 de febrero y sigue la prescripción médica de reposo absoluto. El equipo médico que acompaña al Pontífice ha informado de que respira de forma autónoma, sin aparatos.
A consecuencia de su estado de salud en lo que respecta a sus próximos compromisos, las citas para el sábado 22 de febrero han sido canceladas. En cuanto a la Misa por el Jubileo de los Diáconos, prevista para el domingo 23 de febrero, el Papa ha delegado la celebración en el arzobispo Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización.
En los últimos días el Santo Padre ha agradecido las numerosas muestras de afecto que ha recibido en el Hospital, especialmente de los pacientes infantiles que le han hecho llegar cartas, dibujos y dedicatorias.
Según el último parte médico emitido esta mañana, 21 de febrero, la noche ha trascurrido tranquila para el Santo Padre quien continua con sus labores de trabajo solo recibiendo la visita de sus más estrechos colaboradores.
Asimismo, la única excepción hasta el momento ha sido la visita de la Presidenta del Consejo de Ministros italiano, Georgia Meloni, el pasado 19 de febrero, quien ha trasladando al Papa el deseo de toda la sociedad italiana de una pronta mejoría para el Santo Padre.
Recemos juntos esta oración tradicional de la Iglesia por el Papa Francisco:
“Oh Dios, pastor y guía de todos los fieles, mira con bondad a tu siervo, el Papa Francisco, que gobierna tu Iglesia, y concédele, por tu gracia, sabiduría y valor para cumplir la misión que se le ha confiado. Bendícelo en sus palabras y acciones, protégelo en sus viajes y encuentros con los fieles, y fortalécelo en su fe y amor por ti y por todos los miembros de la Iglesia. Por Cristo nuestro Señor. Amén”.