La Comunidad de Alianza es llamada a seguir a Jesucristo en medio de la vivencia familiar y las actividades profesionales, asumiendo el compromiso de vivirlas según la vocación Shalom.
Sus miembros deben ser “luz del mundo y sal de la tierra” en los medios seculares. Se reúnen dos veces por semana en Células Comunitarias donde rezan, cultivan la vida fraterna y reciben formación según la Palabra de Dios, el Magisterio de la Iglesia y el Carisma Shalom.
Reciben el apelo de Dios de vivir la pobreza, compartiendo sus dones y talentos, a través del apostolado y de la Comunión de Bienes.
Como el espíritu misionero es constitutivo del Carisma Shalom, los miembros de la Comunidad de Alianza también pueden ser enviados en misión donde la Iglesia y la humanidad manifiesten la necesidad de su testimonio.
En el primer año del discipulado, ellos reciben, como señal de su elección por Dios, una cruz en forma de Tau. El cordón que sujeta el signo de los miembros de la Comunidad de Alianza tiene el color gris o blanco, dependiendo de la etapa de su itinerario formativo.