Para su primer viaje fuera del Vaticano, el Papa León XIV eligió visitar el Santuario de la Madre del Buen Consejo en Genazzano, justo fuera de Roma.
El Papa visitó el santuario, que ha sido administrado por los agustinos desde el año 1200, alrededor de las 16:00 para una visita privada.
El santuario alberga una antigua imagen de la Virgen María, originaria de Shkodër (Albania), que era muy querida por el Papa León XIII, quien nunca logró visitarlo pero lo elevó a la dignidad de basílica menor en 1903.
Otros Papas habían visitado la Madre del Buen Consejo: Juan XXIII en 1959 y Juan Pablo II en 1993.
Hoy, sin embargo, la visita fue del Papa León XIV, quien, como cardenal, celebró la Misa en el santuario el 25 de abril de 2024.
En su homilía, el entonces Cardenal Prevost expresó su devoción a la Virgen, instando a los fieles a inspirarse en María para difundir la paz y la reconciliación en el mundo.
Un saludo y una oración
El Papa León llegó en un Volkswagen Multivan, sentado al frente; fue recibido por una multitud entusiasta de cientos de personas reunidas en la plaza o asomadas a las ventanas y balcones.
Muchos gritaron «León, León» y las calles cercanas se llenaron. Al entrar en la iglesia, donde saludó a los religiosos agustinianos, el Papa se detuvo a rezar, primero frente al altar y luego frente a la imagen de la Virgen. Con los presentes, recitó la oración de Juan Pablo II a la Madre del Buen Consejo.
«Hagan todo lo que Él les diga»
Al final, después de rezar un Ave María y cantar el Salve Regina, el Papa se dirigió a los presentes en la iglesia, saludándolos a ellos y a la gente de Genazzano reunida afuera: «Deseaba tanto venir aquí en estos primeros días del nuevo Ministerio de cumplir la misión de Sucesor de Pedro que la Iglesia me ha confiado.»
Y, recordando la visita que realizó después de su elección como Prior General de la Orden de San Agustín, y su decisión de «ofrecer su vida a la Iglesia», León XIV reiteró su «confianza en la Madre del Buen Consejo», citando las palabras que María dijo a los sirvientes en las bodas de Caná: «Hagan todo lo que Él les diga.»
El Papa luego tuvo una reunión privada con la comunidad agustiniana.
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