El último mes de octubre, conmemoramos el aniversario de fundación de cinco misiones de la Comunidad Católica Shalom. El deseo de anunciar a Jesús resucitado en los cuatro cantos del mundo, motivó el corazón de misioneros con un eco de aquello que ya estaba en el corazón divino.
Podríamos preguntar: ¿Cómo nacen las fundaciones? ¿Cómo un Carisma se enraíza en una cultura? ¿Cuánto tiempo es necesario para aprender a amar la tierra de misión?
Vale la pena oír lo que nos dice Santa Teresa “En estas fundaciones casi nada hicieron las criaturas” (F 13,7)” o aún “Es obra suya (de Dios)” (F 27, 12. 16; 28.17). Las misiones de Budapest, Roma, Nueva York y Haifa testimonian la maravillosa iniciativa divina y las gracias abundantes de perseverancia en sus diversos momentos de su enraizamiento.
Evangelizar con simplicidad y humildad perenne en una ciudad “omnipotente” como Nueva York
El 22 de octubre de 2020, fue fundada la misión de Nueva York la invitación del obispo Nicholas di Marzio, de la arquidiócesis de Brooklyn. Los cinco misioneros de diversas nacionalidades, – Brasil, México y Francia – se dedican a la evangelización de forma integral en grupos de oración, en la preparación de retiros espirituales y eventos, además de otras actividades.
“Estas palabras “simplicidad y humildad” representan fragilidad y pequeñez. ¿Son dos palabras paradójicas para una ciudad como Nueva York?
Ellos pueden ser una gran contradicción, pero los misioneros Shalom las ven como palabras de sabiduría para su trabajo de evangelización. Ellos perciben que las personas son atraídas por que causa esplendor. Pero, al mismo tiempo, la simplicidad atrae. Es atrayente ver aquellos que tienen una fe fuerte viviendo como hermanos y hermanas, como personas humildes que dan gratuitamente lo que gratis recibieron.
En una ciudad donde todos corren, encontrar un misionero que está disponible y tiene tiempo no sólo para hablar, sino para oír, llama la atención. Los misioneros se ven como siervos débiles y pecadores del Señor, pero al mismo tiempo, contando con la grandeza de Dios, se sienten con la gran responsabilidad de intentar estar más disponibles. Estar cerca del pueblo de Dios como amigos.
En tal ciudad, es necesario ser creativo. El Espíritu Santo es el mayor protagonista de la creatividad. En esta metrópolis, todo es organizado con mucha calidad, intensidad y creatividad. Por lo tanto, todas las ideas y osadías para la evangelización de esta ciudad precisan ver del Espíritu de Dios. Él es el santificador, consolador, inflamador, curador de todos los corazones atribulados.
La comunidad Católica Shalom en Williamsburg, experimenta que las personas tienen mucha sed de Dios. A pesar de que también sea una realidad que muchos jóvenes no desean ir a la Iglesia, cada vez que ven la alegría de los jóvenes misioneros consagrados, quedan curiosos y se abren para un momento de oración y de compartir.
En fin, abrir nuevas veredas de la vivencia del Evangelio, válido para todos los tiempos y lugares, respuesta para cada corazón humano.
Si el grano de trigo no muere, no podrá dar frutos – Budapest
Veterana en relación a Nueva York, Budapest acogió hace 12 años atrás los primeros misioneros de la Comunidad Shalom que llegaron por invitación del Cardenal Péter Erdő. Comprobaron, como de hecho, si el grano de trigo no muere no puede dar frutos.
La preparación para la llegada en Budapest tuvo inicio en la ciudad de São Paulo (Brasil), donde pudieron aproximarse de la comunidad húngara y tejer los primeros lazos con la cultura.
La llegada en otoño de 2009, fue sorprendente para ellos – por las bajas temperaturas, sea para aprender la lengua, desafíos preliminares que fueron superados gracias a la acogida de la Iglesia y de los húngaros. “Nos sentimos acogidos rápidamente, recuerdo que nos llevaron para escoger ropas más adecuadas para el frio húngaro” recuerda Carolina da Cruz una de las primeras misioneras a establecerse en Budapest.
Anunciar la eterna novedad la ciudad eterna – Roma
Los primeros misioneros de la Comunidad llegaron a Roma el 15 de octubre de 1992, memoria litúrgica de Santa Teresa D’Ávila, baluarte de la vocación Shalom. En estos 29 años en la ciudad eterna, con creatividad la comunidad viene ganando espacio en el corazón de los romanos, especialmente de los jóvenes. En estos años no faltaron acciones de evangelización en las Iglesias, plazas, en las calles, junto a otros movimientos y con la Secretaria diocesana para la Pastoral juvenil.
De forma especial, la evangelización ganó un nuevo impulso movido en gran parte por dos pequeños cenáculos.
El primero de octubre de 2009, memoria litúrgica de Santa Teresita del Niño Jesús, la Comunidad comenzó a coordinar el Centro Internacional San Lorenzo, localizado al entorno de la Plaza de San Pedro y donde es custodiada la cruz de la Jornada Mundial de la Juventud.
Entre las últimas iniciativas en vista de la evangelización de los jóvenes fue inaugurada la Cafetería SH 82. Esta iniciativa fue concebida en medio a un gran deseo de aproximarse de los jóvenes más distantes de Dios.
De su concepción hasta la inauguración transcurre mucho tiempo, pero vivido en espíritu de intercesión y discernimiento. “la etapa más difícil fue encontrar un lugar adecuado – eran pocos los inmuebles para alquilar y aquellos que se encontraban, sus dueños no estaban disponibles a aceptar el proyecto”, como recordaba Valentina, una de las misioneras comprometidas en el proyecto. Después de mucha búsqueda, una ex heladería en el barrio San Lorenzo, se tornó SH 82, lugar destinado a promover el encuentro con Jesús Resucitado en un ambiente donde la acogida y la alegría es el plato del Chef.
Shalom, Haifa
La historia del Carisma Shalom en Tierra Santa comenzó el 25 de octubre de 2000, la invitación del obispo Melquita de Galilea Pierre Mouallem, los dos primeros misioneros llegaron a Rami, Villarejo del norte de Israel, en el cual fueron vividos los primeros tiempos de adaptación e inculturación.
Cuatro años más tarde, ya contando con la presencia de más misioneros, la Comunidad fue invitada a cambiarse para la ciudad de Haifa. Allí tuvieron el inicio, los primeros grupos de oración además del trabajo de asistencia en una casa de reposo para ancianos.
La evangelización por medio del arte es una vía que viene consolidándose en la misión. En esta dirección una de las iniciativas más innovadoras es el Halleluya, festival de artes y música cuyo objetivo es alcanzar los jóvenes apartados de la Iglesia, cuya primera edición en tierra santa fue en el 2010.
Hoy los trabajos de evangelización de la comunidad incluye también la ciudad de Shefa-‘Amr y cuenta como grupos de oración, peregrinación, como los del “Jueves de la Paz”, noche dedicada a oración, alabanza y compartir.
Por cierto, una fundación es hecha de la iniciativa y de la gracia divina, sino también de vidas que se ofrendan por amor. Tu pueblo será mi pueblo (Rt 1,16). Es hecha de comunión, bebiendo de la extraordinaria riqueza de la Iglesia particular, se enraíza con humildad, en trabajo incesante de la inteligencia y de corazón para desposar la tierra que el Señor confió, es hecha de compartir “no tengo ni oro ni plata, pero lo que tengo te doy”, aquello que recibimos del Resucitado, compartimos.