El Jubileo de los Artistas ha congregado en Roma en los últimos días a numerosos artistas de todo el mundo que han peregrinado hasta la ciudad eterna para participar en este encuentro que se ha desarrollado a lo largo de cuatro jornadas con exposiciones de arte, teatro, música y la celebración eucarística en la Basílica de San Pedro presidida el 16 de febrero por el Cardenal Tolentino, Prefecto del Dicasterio para la Educación y Cultura:
“Ustedes, artistas y personas de cultura, están llamados a ser testigos de la visión revolucionaria de las Bienaventuranzas. Su misión no sólo es crear belleza, sino revelar la verdad, la bondad y la belleza escondidas en los pliegues de la historia, de dar voz a quien no tiene voz, de transformar el dolor en esperanza. Están llamados a construir puentes, a crear espacios de encuentro y de diálogo, a iluminar las mentes y a encender los corazones”.
ARTE Y TEATRO EN LA PLAZA DE SAN PEDRO
La Comunidad Shalom ha contribuido también a la evangelización por medio del teatro dentro de los días de celebración de Jubileo de los Artistas con la presentación de una pieza teatral que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro.
Davidson Silva, Neide Oliveira y Aryana Fideles, artistas y misioneros de la Comunidad de Alianza, han tenido la oportunidad de participar en el Jubileo y de actuar en la presentación teatral “Dante sin esperanza”:
“En primer lugar, me siento muy honrado y feliz de estar aquí en un momento tan importante para mi misión y ministerio, que están al servicio de la iglesia. Participar en este jubileo es hacer de mi misión como artista dentro de la iglesia un instrumento eficaz. Al fin y al cabo, nuestra vocación es desbordar la belleza que es Dios a través de nuestro arte y misión”, afirma Davidson Silva.
“Sólo el hecho de que sea un Año Jubilar ya hace que este momento sea de gran importancia, porque nuestro arte tiene que estar en sintonía con el corazón de Dios que habla por boca del Papa, nuestra música, nuestra misión, nuestro ministerio y vocación, tiene que ser un desbordamiento de nuestra experiencia con los tiempos que vive la iglesia, sus formaciones y llamadas tienen que ser bien vividas por nosotros”, añade.
Para Neide Olivera destaca que “es una gracia y una responsabilidad participar en este Jubileo. Traigo conmigo las intenciones de varios artistas seculares que a veces se sienten al margen de la vida espiritual, pero todos tenemos en común la atracción por la belleza. Para mí es una responsabilidad anunciar esa belleza y anunciar la esperanza y un nuevo sentido para la vida”.
Por último, para Aryana Fideles el Jubileo ha sido una experiencia de pobreza y de confianza en Dios. “El momento que mas me ha marcado es la fraternidad con mis hermanos de Comunidad de diferentes nacionalidades y nuestra presentación teatral en la Plaza de San Pedro. El deseo de evangelizar a todos los pueblos, en mi caso a través de la danza”.
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