La Santa Sede ha hecho público el testamento del Sumo Pontífice, en el que expresa su deseo respecto al lugar de su sepultura: en la Basílica de Santa María la Mayor, de forma sobria.
El texto está fechado el 29 de junio de 2022.
Lee el testamento del Papa Francisco:
“En el Nombre de la Santísima Trinidad. Amén.
Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria únicamente en lo que respecta al lugar de mi sepultura.
Siempre he confiado mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Nuestro Señor, la Santísima Virgen María. Por ello, pido que mis restos mortales reposen, en espera del día de la resurrección, en la Basílica Papal de Santa María la Mayor.
Deseo que mi último viaje terrenal concluya precisamente en este antiquísimo santuario mariano, donde acudía a orar al inicio y al final de cada Viaje Apostólico, para confiarle mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle por su cuidado dulce y maternal.
Pido que mi tumba sea preparada en la hornacina del corredor lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de esta misma Basílica Papal, como se indica en el anexo.
La tumba deberá estar a nivel del suelo; sencilla, sin decoraciones especiales y con una única inscripción: Franciscus.
Los gastos para la preparación de mi sepultura serán cubiertos con la suma aportada por un benefactor, que será transferida a la Basílica Papal de Santa María la Mayor, según las instrucciones dadas al Arzobispo Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario del Cabildo de la Basílica.
Que el Señor conceda merecida recompensa a quienes me quisieron bien y continuarán rezando por mí.
El sufrimiento que marcó la parte final de mi vida lo ofrezco al Señor, por la paz en el mundo y por la fraternidad entre los pueblos.”
Fue en la Basílica de Santa María la Mayor donde el Papa Francisco vivió muchos de los momentos más significativos de su pontificado. A lo largo de los doce años al frente de la Iglesia Católica, la visitó y rezó allí más de cien veces. Desde el 14 de marzo de 2013, un día después de su elección, mantuvo la costumbre de rendir homenaje al icono de Nuestra Señora.
Antes de cada Viaje Apostólico también acudía a la Basílica para pedir la intercesión de la Virgen.
Recientemente, el Domingo de Ramos, 13 de abril, repitió este gesto.
Ahora, con su pascua y su testimonio público, queda atestiguado para siempre su amor y su pertenencia a la Virgen María.